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Un investigador en un laboratorio

Un investigador en un laboratorioGetty Images

Sanidad rechaza financiar un fármaco para un cáncer metastásico a pesar de su «claro impacto» en la supervivencia

Entre 2020 y 2023, los medicamentos oncológicos en España tardaron un promedio de 613 días desde la autorización por la Agencia Europea del Medicamento hasta su acceso real al mercado nacional

España se sitúa entre los países con mayor actividad en investigación clínica, pero muchos de los fármacos oncológicos innovadores desarrollados y testados en hospitales españoles tardan en llegar a los pacientes o no llegan nunca. Esta es la principal advertencia de los especialistas reunidos hoy en el Palacio de Congresos de Girona, en la III Jornada de Acceso a Fármacos de la Esfera Genitourinaria (GU), organizada por Guard Consortium.

Los datos confirman esta preocupación: entre 2020 y 2023, los fármacos oncológicos en España tardaron un promedio de 613 días desde la autorización por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) hasta su acceso real al mercado nacional. Un retraso que condiciona el acceso y la equidad a los nuevos tratamientos oncológicos para los pacientes de nuestro país.

Los tumores genitourinarios representan, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica, uno de cada cuatro casos de cáncer en España. Este tipo de neoplasias malignas incluyen, principalmente, el cáncer de próstata, de vejiga o de riñón o de testículo, informa el centro oncológico integral Initia.

Fármaco que no llegan a España

Mientras varios países europeos ya han incorporado tratamientos clave para tumores genitourinarios, en España algunos siguen sin financiación. Un ejemplo destacado es la combinación enfortumab vedotin + pembrolizumab, con un beneficio clínico «substancial» según la escala ESMO-MCBS y disponible desde hace más de un año en países del entorno. En España, sin embargo, su financiación ha sido de momento denegada, pese a demostrar un claro impacto en supervivencia en cáncer urotelial metastásico.

Según Guard, una plataforma colaborativa dedicada a impulsar la investigación clínica, esta situación mantiene a España «en la cola» de la innovación. Y es que, confiesan en una nota, sin incorporar nuevas líneas terapéuticas, los hospitales no pueden participar en la siguiente generación de ensayos clínicos, que exigen disponer «de estas terapias como estándar».

El resultado es un círculo de inequidad: menos opciones de tratamiento, menos oportunidades de investigación y peores resultados. Además, análisis europeos sitúan el retraso medio entre autorización y disponibilidad real para pacientes oncológicos en más de un año y medio (531 días), una cifra que en algunos casos supera los dos años.

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