
Vista del valle desde Tormaleo (Ibias)
El primer teleférico de Asturias se construirá sobre una antigua mina: «Será un motor de impulso para toda la comarca»
Aunque el proyecto se encuentra ya en trámites para iniciar su construcción, no está exento de polémica, ya que los ecologistas creen que puede «generar impactos» en el medio ambiente
Convertir una mina abandonada en un teleférico que se pueda erigir como una nueva atracción turística. Esta es la idea que una empresa privada quiere llevar a cabo en el concejo de Ibias, en Asturias, y que el Boletín Oficial del Principado (BOPA) ha recogido ya para su consulta pública en el procedimiento de evaluación de impacto ambiental ordinaria.
De realizarse, supondría el primer teleférico turístico que se lleva a cabo en la comunidad norteña y, según la empresa, se centra en el desarrollo de actividades culturales y la promoción del turismo cultural sostenible en la región. Recorrerá una distancia de 4.400 metros, con un desnivel de 585 metros y lo hará en un tiempo de nueve minutos. Contará con dos cabinas y cada una tendrá capacidad para sesenta pasajeros y un conductor, por lo que en una hora se estima una fluencia de 370 pasajeros.
Pero a pesar de los posibles beneficios que pueda traer a este municipio de apenas mil habitantes –y que ha sufrido un fuerte retroceso social y económico tras el cierre de las minas– las posiciones sobre la realización de esta atracción ha supuesto un conflicto en Asturias.
Desde el Ayuntamiento de Ibias desean que el proyecto salga adelante. Su alcaldesa, Gemma Álvarez, explica a El Debate que el teleférico supondrá «un motor de impulso no solo para el concejo, sino para toda la comarca». Álvarez cree que será una realidad de transición, ya que el concejo pasará de albergar un factor de desarrollo como fue la mina a otro que será el turismo.
Por contra, la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies se opone frontalmente a su construcción alegando que la zona del proyecto se encuentra en un área de alta biodiversidad, con especies endémicas y ecosistemas frágiles que se están «recuperando después de la salvaje explotación minera que el Principado consiente».
Ante estas afirmaciones, la alcaldesa se muestra contundente: «Los ecologistas tienen q dedicarse a hacer algo con la naturaleza no a decir lo que tiene que hacer el resto. Lo que puedan opinar me da exactamente igual», sentencia.
Lo cierto es que las estimaciones realizadas por la empresa hablan de 1.100 visitantes diarios en las jornadas de mayor afluencia, lo que dejaría un total de 150.000 usuarios anuales en el teleférico que tendrá una velocidad por trayecto de diez metros por segundo, lo que supone rutas de unos 11 minutos y 16 seguidos por ciclo -incluido embarque y desembarque y los inicios y frenados-.
Plazos largos
Pese al revuelo, la instalación definitiva del teleférico no parece que se vaya a dar de forma inmediata. Tal y como han explicado los promotores a La Nueva España, accederán a «todas las ventanas de oportunidad» posibles para captar fondos públicos y privados, si bien primero necesitan el visto bueno ambiental, algo que puede requerir una espera de casi dos años.
A esta demora también se han referido desde el Ayuntamiento de Ibias, ya que consideran que llevan años con la obra entre manos, pero no se termina de materializar. «Los vecinos tienen ganas, pero todo el mundo está aletargado y hasta que no vean que se lleva adelante no se lo terminarán de creer», expone la alcaldesa.
Precisamente T.L.C., una vecina de la zona, considera que será «estupendo» para el concejo y critica a los ecologistas, ya que cree que un teleférico no causará ningún impacto visual después de haber albergado una mina a cielo abierto que sí que lo hacía.
El proyecto no solo ofrecería una vista a los turistas que tildan de «espectacular», sino que además conectaría dos provincias: Asturias y León. La estación de llegada se ubicaría en las inmediaciones del Puerto de Cienfuegos, que separa Ibias del Valle de Fornela (León), por lo que se podrán observar los paisajes que unen a las dos comunidades.