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Archipiélago de Anavilhanas, en el estado de Amazonas (Brasil)

Archipiélago de Anavilhanas, en el estado de Amazonas (Brasil)Shutterstock

¿Es realmente la selva amazónica el 'pulmón' del planeta?

Este inmenso bosque se extiende por nueve países latinoamericanos y comprende uno de los ecosistemas más importantes del mundo

Cuando hablamos de bosques con cierta importancia para el planeta siempre sale a relucir la selva amazónica, situada en la región de Amazonia, que integra tanto la selva como la cuenca del río del mismo nombre y se extiende por nueve países iberoamericanos, siendo Brasil y Perú los que cuentan con una mayor superficie. Lo cierto es que se trata de la extensión arbórea más grande del mundo, con unos siete millones de kilómetros cuadrados, y se la considera una de las ecorregiones con más biodiversidad del planeta.

Este inmenso bosque se ha considerado como el 'pulmón' de la Tierra, pero ¿es esta afirmación cierta o es una exageración? Se trata, sin duda, un mantra repetido desde el siglo XX y que ha pasado a formar parte del imaginario colectivo, pero los datos científicos no parecen ser tan optimistas como la afirmación.

Lo cierto es que posee un gran poder de absorción de dióxido de carbono (CO₂) a través de la fotosíntesis, lo que contribuye a contrarrestar el efecto invernadero. Al mismo tiempo, la Amazonia libera oxígeno a la atmósfera, contribuyendo significativamente a la producción total de oxígeno del planeta.

Igualmente, juega un papel crucial en la regulación del clima, tanto a nivel regional como global, a través de su capacidad para absorber y liberar gases de efecto invernadero y mantener el equilibrio hídrico.

Pero todo ello no convierten a este bosque en el pulmón del planeta. Según comenta a Portal Amazônia el profesor de Geografía e investigador Antonio Fábio, los océanos son los verdaderos pulmones de la Tierra, ya que más del 50 % del oxígeno atmosférico se produce «por organismos microscópicos presentes en los océanos, especialmente el fitoplancton».

La realidad es que la Amazonia consume casi tanto oxígeno como produce, ya que tanto la respiración de las plantas y animales que viven en la selva como la descomposición de materia orgánica en el suelo consumen grandes cantidades de oxígeno.

Gran importancia como sumidero

Pese a que no sea el pulmón terrestre, la selva amazónica es muy importante para el planeta debido a que ejerce de sumidero de carbono, capturando grandes cantidades de CO₂ y ayudando a frenar el calentamiento de la Tierra. Se trata, además, de un ecosistema esencial para la diversidad global y un regulador del clima tanto en Iberoamérica como en otras zonas.

El foco del debate sobre la crisis en la Amazonía no debería centrarse en su producción de oxígeno, sino en su papel crucial como sumidero de carbono, y es que la deforestación e incendios en la región amenazan con liberar enormes cantidades de dióxido de carbono.

«La selva tropical absorbe cerca del 15 % del CO₂ atmosférico. Sin este proceso, el calentamiento global sería aún más rápido», explica a AFP Jérôme Chave, investigador del Laboratorio de Evolución de la Diversidad Biológica de Toulouse. Los bosques tropicales, junto con los océanos, son fundamentales para frenar las emisiones globales.

Según el científico Philippe Ciais, la Amazonía intacta absorbe entre 500 y 1.000 millones de toneladas de carbono al año, lo que representa entre el 10 % y el 20 % de la absorción global por vegetación y suelos. Comparado con las emisiones de combustibles fósiles, se estima que la selva amazónica capta el 5 %, equivalente a la mitad de lo que emite Europa. No obstante, si la deforestación continúa, la Amazonía dejaría de ser un sumidero y pasaría a ser una fuente de CO₂.

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