Erupción en noviembre de 2024 en la península de Reykjanes
Nueva erupción volcánica en Islandia, la duodécima en cinco años
El evento ha sorprendido a la comunidad científica, que anticipaba un nuevo episodio eruptivo para el próximo otoño
Un volcán ubicado en la península de Reykjanes, al suroeste de Islandia, entró en erupción durante la madrugada de este miércoles, marcando la duodécima vez en cinco años que se registra un evento similar en la zona. Por el momento, la lava no representa una amenaza directa para infraestructuras, según informó la Oficina Meteorológica de Islandia (IMO, por sus siglas en inglés).
La erupción se localiza en el cráter de Sundhnúk, al norte de la localidad de Grindavík, en las proximidades de Reikiavik y la conocida Laguna Azul, uno de los principales destinos turísticos del país. La fisura volcánica activa, que inicialmente medía entre 700 y 1.000 metros, ha alcanzado ya una longitud aproximada de dos kilómetros y continúa expulsando lava y ceniza en dirección norte, de acuerdo con la información oficial.
El fenómeno se desató en torno a las 04:00 hora local, precedido por una serie de terremotos y una intensa actividad magmática iniciada poco antes de la medianoche, según reportó la radiotelevisión pública RUV. Como medida preventiva, fueron evacuados tanto el balneario de la Laguna Azul como el área de acampada en Grindavík. Asimismo, las autoridades activaron el nivel de alerta de protección civil.
La erupción también ha provocado un notable incremento de la contaminación por gases tóxicos en la región. En zonas cercanas, como Stapaskóli –ubicada próxima al aeropuerto de la capital islandesa–, los niveles de dióxido de azufre superan los 5.000 microgramos por metro cúbico, muy por encima de los límites considerados seguros para la salud. Ante esta situación, las autoridades han instado a la población a mantener cerradas las ventanas y a seguir de cerca los avisos sobre calidad del aire.
Aunque el evento ha sido intenso, los expertos consideran que su magnitud es inferior a la de otras erupciones recientes en la misma zona. Benedikt Ófeigsson, geofísico del IMO, indicó que el flujo actual de magma –entre 500 y 700 metros cúbicos por segundo– es significativamente menor que los picos de hasta 3.000 metros cúbicos registrados en erupciones previas del cráter de Sundhnúk.
Pese a la continuidad de los movimientos sísmicos y la deformación del terreno, los científicos no esperan que aparezcan nuevos focos eruptivos en el sistema de cráteres de Sundhnúk en el corto plazo. Aun así, se prevé que la actividad volcánica se mantenga durante algún tiempo.
El alcalde de Grindavík, Fannar Jónasson, reconoció que la erupción ha sorprendido a la comunidad científica, que anticipaba un nuevo episodio eruptivo para el próximo otoño. Por ahora, el tráfico aéreo en Reikiavik no ha sufrido alteraciones, aunque las autoridades mantienen una vigilancia estrecha sobre la evolución de la columna de humo y cenizas.