Una fotografía proporcionada por la Oficina de Protección contra Incendios (BFP) muestra a los bomberos retirando escombros fuera de un centro comercial después de un terremoto en la ciudad de Butuan, región de Caraga, Filipinas
Filipinas desactiva la alerta de tsunami tras el devastador seísmo registrado en el sur del país
A pesar de que ya no existe amenaza de tsunami, las autoridades instan a la ciudadanía a mantenerse vigilantes ante la posibilidad de «fluctuaciones menores en el nivel del mar en zonas costeras próximas al epicentro durante las próximas horas»
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico y la agencia sismológica de Filipinas (Phivolcs) han desactivado la alerta por tsunami que se activó este viernes tras el fuerte terremoto de magnitud 7,4 que sacudió el sur del archipiélago, dejando al menos una persona fallecida y diversos daños materiales.
En su último comunicado, el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico señaló que, «según los datos disponibles, la amenaza de tsunami ha pasado (...). Ya no existe amenaza de tsunami», aunque instó a las autoridades locales y a la ciudadanía a mantenerse vigilantes ante la posibilidad de «fluctuaciones menores en el nivel del mar en zonas costeras próximas al epicentro durante las próximas horas». La entidad también indicó que se detectaron olas de hasta 19 centímetros por encima del nivel habitual de la marea tras el seísmo.
Por su parte, Phivolcs canceló sus advertencias pocas horas después de emitirlas, una vez se confirmó que el riesgo había disminuido. Inicialmente, la agencia filipina había ordenado evacuaciones preventivas en varias regiones, entre ellas las islas Danagat y Davao Oriental, ante la posibilidad de que se produjeran olas de entre uno y tres metros sobre el nivel del mar.
El movimiento sísmico se registró a las 09:40 hora local (03:40 hora española) y tuvo su epicentro a una profundidad de 58 kilómetros bajo el lecho marino, situándose a unos 20 kilómetros al este de la localidad de Santiago, en la isla de Mindanao. El Servicio Geológico de Estados Unidos, que realiza el monitoreo de la actividad sísmica a nivel global, fue el encargado de proporcionar estos datos técnicos.
Pacientes y aldeanos se apresuran a llegar a un lugar seguro tras un terremoto, frente a un hospital en la ciudad de Davao, Filipinas
Las autoridades filipinas han confirmado por el momento al menos una víctima mortal y han señalado que se han producido daños materiales cuya magnitud aún se está evaluando. Además, Phivolcs ha registrado un total de 179 réplicas tras el terremoto principal, de las cuales diez fueron perceptibles por la población.
Este sismo ocurre poco después de otro terremoto significativo que tuvo lugar el pasado 30 de septiembre. Aquel seísmo, de magnitud 6,9, golpeó la isla de Cebú, situada en la zona central del país, y causó la muerte de al menos 74 personas.
Filipinas s e encuentra ubicada en una de las zonas de mayor actividad sísmica del planeta: el Anillo de Fuego del Pacífico. Esta área, caracterizada por su intensa actividad volcánica y tectónica, registra anualmente unos 7.000 terremotos, la mayoría de ellos de carácter moderado. No obstante, como el ocurrido este viernes, algunos de estos movimientos superan con creces los niveles habituales, con consecuencias humanas y materiales considerables.
Aunque la alerta de tsunami ha sido desactivada, las autoridades insisten en que la vigilancia debe continuar, especialmente en las áreas costeras cercanas al epicentro, donde podrían darse alteraciones menores en el nivel del mar como consecuencia del terremoto. Por el momento, se mantienen los dispositivos de emergencia activados en las regiones afectadas a la espera de que se estabilice la situación.