El correo electrónico se ha convertido en un sistema de comunicación obsoleto
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El correo electrónico ya no tiene sentido y los datos lo demuestran
Las aplicaciones para gestionar equipos y las redes sociales facilitan más la comunicación que una cadena de correos electrónicos
La velocidad a la que se desarrolla la sociedad gracias a la tecnología deja obsoletos muchos inventos que no tienen ni medio siglo de vida. El pendrive apenas se utiliza y en muchas empresas todo pasa por la nube por cuestiones de seguridad.
Ahora es el momento de pensar para qué sirve el correo electrónico. Ray Thomson, el programador informático que envió el primer email en 1971, lo tenía claro cuando envió QWERTYUIOP» seguido de @, era un sistema rápido para comunicarse que reducía los tiempos del correo postal de toda la vida.
Masificación
Luego llegó la masificación con Hotmail y Yahoo y en 2000 Google tomó el control con su Gmail. Han pasado 22 años y Google ha logrado mantener a los usuarios utilizando el mail gracias a que con eso pueden hacerse cuentas en innumerables aplicaciones y webs, aunque la finalidad para la que se inventó ha tomado el camino opuesto al SMS.
Cuando todos daban por muerto al sistema de mensajes cortos en favor del WhatsApp, ha resultado que la seguridad y la privacidad pasa por enviar SMS y que se evite desde las empresas comunicarse con sus clientes por WhatsApp.
Para el marketing ha quedado el email con unas cifras de 4.300 millones de usuarios potenciales de mail y unos 347.000 envíos diarios con todo tipo de ofertas. Es una gran herramienta para el negocio avisan desde el sector porque permite dejar en la bandeja de entrada un mensaje y saber si se lee, si provoca una visita, una compra…
El envío entre particulares queda reducido a la mínima expresión. Desde un WhatsApp a un mensaje privado por Twitter o Instagram, incluso Telegram tiene su público y permite también enviar archivos asociados.
A esto hay que añadir que se pueden acumular varias cuentas de mails. El personal, el de empresa, el del centro educativo, el de un negocio… Hay aplicaciones para gestionar todas esas cuentas, pero acaban creando mucha confusión y estrés.
Slack o Teams
Los hilos de los correos electrónicos se convierten en infinitas cadenas donde se mezclan los mensajes en el tiempo y nunca se encuentra el que realmente se necesita porque los gestores de correos apenas mejoran su entorno.
En 2022 las empresas se han pasado a Slack o a Teams, entre otras aplicaciones, para gestionar sus equipos. Aquí hay chats de grupo o individuales donde hablar directamente con jefes y compañeros, enviar fotos, vídeos o documentos y organizar reuniones sin tener que abrir el mail en todo el día.
En unos años el mail simplemente será una llave de entrada, pero no aquel servicio de correo que concibió Ray Thomson.
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