STYR es la tienda donde se desarrolla el videojuego The Store is Closed
Videojuegos
El terrorífico parecido de un videojuego ambientado en Ikea que nunca verá la luz
Los abogados de la cadena sueca han pedido a los desarrolladores que cambien el aspecto del juego
Los desarrolladores del videojuego The Store is Closed han elegido algo parecido a Ikea para llevar a los jugadores a un nivel de terror casi real.
El entorno es un edificio grande, con un cartel de letras amarillas sobre fondo azul, dentro se pueden ver muebles, estanterías, carteles con la descripción de los productos y hasta empleados vestidos de azul y amarillo.
Todo indica a que estamos en Ikea rodeados de zombis. Tal es el parecido que los abogados de Ikea han tenido que enviar una carta a Ziggy, un desarrollador independiente de videojuegos de Reino Unido, para pedirle que cambie la ambientación.
Amenaza
STYR es un Ikea por dentro y por fuera. En la misiva, el bufete Fross Zelnick explica que «su juego usa un cartel enorme en amarillo sobre azul con un nombre de origen escandinavo. El edificio tiene forma de una enorme caja azul. Los empleados de la tienda llevan un uniforme de rayas verticales azules y amarillas idéntico al del personal de Ikea. El camino para los clientes está marcado por un pasillo gris. El mobiliario del juego se parece bastante al de Ikea, y la señalética interna de la tienda se parece mucho a la de Ikea. Todos estos detalles sugieren de manera inmediata que el juego tiene lugar en una tienda Ikea».
Ziggy ha explicado en su cuenta de Twitter que los plazos para poner a la venta el juego en Xbox Series X, PS5 y PC se van a demorar porque «tengo que modificar todo el aspecto del juego si no quiero que me demanden».
The Store is Closed
La idea es muy original, pero no es suficiente solo con cambiar el nombre del centro comercial para evitar las demandas. Si todo lo que rodea al juego inspira a Ikea, los abogados pueden pedir que se retire cualquier imagen que sea perjudicial para los intereses de su cliente por menoscabar su imagen o por no haber pedido derechos de imagen.