Starlink
Los 200 satélites al mes de Elon Musk y la basura espacial que amenaza el espacio
El objeto que surcó el cielo español era un satélite de Starlink, según la Luftwaffe, uno de los casi 12.000 que acabarán rodeando la Tierra
A mediados de marzo de 2024, Starlink lanzó al espacio una remesa de 23 satélites. La empresa de Elon Musk que pretende ofrecer conexión a internet a cualquier parte del mundo por remota que sea esa zona, tiene pensado que sean 11.627 satélites los que rodeen la Tierra en unos años. La propia SpaceX presume de que «tiene la capacidad de construir hasta 55 satélites por semana y lanzar más de 200 satélites por mes, lo que nos permite mejorar continuamente nuestro sistema y hacerlo más resistente».
Los datos del último informe de la Agencia Espacial Europea (ESA) avisan de que «en la órbita alrededor de la Tierra permanecen atrapados fragmentos de antiguas misiones espaciales que, fuera de control, que amenazan nuestro futuro en el espacio».
Basura espacial
Todo empezó en 1957 con la nueva era espacial. Desde entonces se han lanzado toneladas de cohetes, naves e instrumentos al espacio. Al principio no se preveía qué hacer con ellos al final de su vida útil, por lo que su número no ha dejado de crecer y las explosiones y colisiones en el espacio han generado cientos de miles de desechos peligrosos.
La órbita baja (hasta 2.000 kilómetros) es la zona del espacio protegida donde Elon Musk lanzó 1.700 satélites hasta 2019. Según la ESA, en total orbitaban 5.400 objetos de un metro de diámetro en esa fecha por lo que la basura espacial que se generaría años después será considerable. La cifra en 2024 es de 6.010 satélites de Starlink girando alrededor del planeta a la espera de que llegue el resto.
En los últimos cinco años se han cursado más de un millón de propuestas de lanzamiento de satélites en la órbita baja
Y el número crece. En los últimos cinco años se han cursado más de un millón de propuestas de lanzamiento de satélites en la órbita baja de la Tierra por parte de países de todo el mundo.
Starlink llega para conectar a zonas rurales o despobladas
El informe de la ESA señala que el peligro es bajo: «Entre el 40 y el 80 % de los lanzados a una órbita baja terrestre no conforme durante esta década intentaban cumplir las medidas de reducción de desechos y, de estos, lo consiguieron entre el 30 y el 70 %. Alrededor del 88 % de las cargas útiles pequeñas lanzadas a esta región seguirán naturalmente las medidas de reducción de desechos espaciales debido a su baja altitud, pues se desintegrarán en la atmósfera terrestre. Se calcula que, por este mismo motivo, entre el 30 y el 60 % de toda la masa satelital (excluyendo los satélites dedicados a vuelos tripulados) cumplirán las directrices sobre fin de la vida útil».
Entre el 30 y el 60 % de toda la masa satelital cumplirán las directrices sobre fin de la vida útilAgencia Espacial Europea
La saturación satelital supone otro problema para la Astronomía. El astrónomo Jonathan McDowell, del Centro de Astrofísica Harvard Smithsonian, comentó hace unos años que: «Unos pocos miles de satélites son una molestia, pero cientos de miles son una amenaza existencial para la astronomía terrestre… El impacto para la astronomía es prácticamente el principio del fin de la noche».
Cobertura de Starlink
Las constelaciones de satélites son muy variadas. A los 6.000 se Starlink hay que sumar los 630 de OneWeb, una empresa que comparten los británicos con participación india y los dos satélites Kuipersat que prepara Amazon para un total de 3.200 en el futuro de la empresa de Bezos. Incluso Ruanda espera su turno con los Cinnamon-937 que tiene pensado orbitar más de 300.000 satélites.
El plan de Musk contra la basura espacial
En 2021 Elon Musk lanzaba en Twitter una idea para acabar con la basura espacial que su propia empresa genera. El dirigente comentó que la nave Starship podría atrapar los deshechos dentro de su compartimento de carga. Su volumen interno es de 1.100 metros cúbicos por lo que su capacidad de carga podría ser enorme.
La idea de Musk no es tan benéfica como parece. Lo que pretende es evitar una destrucción masiva de sus satélites. Un estudio afirma que hay tanta basura espacial en esa órbita que la posibilidad de choque entre satélites Starlink es del 45 % con lo que eso puede suponer si hay una reacción en cadena de piezas estrelladas.
La idea de Musk no es tan benéfica como parece. Lo que pretende es evitar una destrucción masiva de sus satélites. Un estudio afirma que hay tanta basura espacial en esa órbita que la posibilidad de choque entre satélites Starlink es del 45 % con lo que eso puede suponer si hay una reacción en cadena de piezas estrelladas.
Una idea menos descabellada es desorbitarlos, algo que anuncio SpaceX en febrero de 2024 con descensos controlados de aproximadamente 100 Starlink de versión temprana« y añaden que «Estos satélites son actualmente maniobrables y sirven a los usuarios de manera efectiva, pero el equipo de Starlink identificó un problema común en esta pequeña población de satélites que podría aumentar la probabilidad de falla en el futuro».
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