
Uno de los quebrantahuesos liberados en Sierra Nevada
Los quebrantahuesos que han liberado en Sierra Nevada por la biodiversidad
Catalina García lidera la liberación de quebrantahuesos en Granada: Poqueira, Polarda y Aznaitín
La consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente de Andalucía, Catalina García, ha encabezado la suelta de tres hembras de quebrantahuesos —Poqueira, Polarda y Aznaitín— en el Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada, marcando el inicio de la campaña de reintroducción de 2025. Las aves proceden de centros de cría de Austria, Berlín y Lérida, y serán adaptadas mediante el método de ‘hacking’, donde «no deben ver a su criador o no desarrollarán sus propios instintos de supervivencia», favoreciendo su fidelización al territorio y aumentando las posibilidades de reproducción futura en la zona.
Con esta acción, la Junta inaugura la vigésima campaña de reintroducción de una especie extinta en Andalucía desde 1986 y reintroducida por primera vez en 2006. Desde entonces, se han liberado 96 quebrantahuesos, y en 2024 el proyecto se expandió a Sierra Nevada. En la actualidad, 15 ejemplares sobrevuelan esta zona, lo que confirma el éxito de la estrategia de fidelización territorial y de conservación a largo plazo.
El centro de cría de Guadalentín, en Cazorla, juega un papel clave en este proceso. Con 90 nacimientos en la última década, se ha consolidado como uno de los más importantes de Europa, siendo responsable de hasta el 40 % de los nacimientos en la red europea de cría. Además de liberar ejemplares, también mantiene aves para conservar el ‘stock’ reproductor, y facilita adopciones dobles de pollos huérfanos o de otros centros.
El programa andaluz tiene como meta asegurar la diversidad genética y ampliar los territorios de colonización. Para ello, se trabaja con centros y administraciones de otras regiones y países. Este año comenzarán las reintroducciones en la Sierra de Grazalema, el enclave más meridional de la Unión Europea, con el objetivo de conectar poblaciones de Europa y el norte de África. «Este trabajo conjunto es una garantía de futuro para el quebrantahuesos y un ejemplo de cómo la cooperación científica y política puede dar resultados extraordinarios», concluyó Catalina García.