Lobo ibérico
Los lobos usan sus heces para comunicarse entre ellos
Una investigación revele que sirven para «informar a otros ejemplares» de su sexo, estatus social o receptibilidad sexual
Una investigación del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) comprueba que los compuestos químicos que se encuentran en las heces del lobo ibérico sirven como señales que utilizan para «comunicarse con otros lobos».
Ya se sabía que estos animales usan sus heces como «marcas» y las depositan en lugares «estratégicos» para marcar su territorio pero ahora, gracias a este trabajo, también se sabe qué compuestos químicos de las heces sirven para «informar a otros ejemplares» de su sexo, estatus social o receptibilidad sexual, según resume la UAM en una nota.
Para realizar este estudio, los investigadores han analizado 94 muestras frescas de heces de lobos adultos en cinco grupos reproductores silvestres de la Sierra de la Culebra (Zamora), y han podido identificar un total de 56 compuestos lipídicos.
Ello ha permitido detectar una «amplia variedad de compuestos», muchos de los cuales son «muy volátiles» y tienen «un olor muy fuerte», por lo que pueden servir como «marcas olorosas», añaden los autores.
Estos compuestos y su cantidad relativa varían entre las heces de hembras en celo en comparación con las hembras no reproductoras o los machos, al tiempo que también hay diferencias entre las heces en función de la estación del año en que se depositaban, lo que indica que las señales químicas «pueden informar sobre el sexo y el estado reproductivo de los individuos».
Y recuerdan los autores en el trabajo que los lobos son animales «muy territoriales» que viven en manadas jerarquizadas en las que el estatus social «es de gran importancia», por lo que la comunicación «es especialmente relevante».
En paralelo, en los excrementos también encontraron compuestos relacionados con el estado fisiológico y la calidad de los individuos.
Por otro lado, sostienen que las heces «con mayor carga de estos compuestos» estaban situadas en «lugares estratégicos» (como cruces de caminos), colocadas allí para advertir también del estatus social del ejemplar.
Y concluyen que conocer el significado de las señales químicas que los lobos utilizan para comunicarse e interactuar con otros individuos «es clave para poder elaborar estrategias efectivas que protejan a las poblaciones de lobos de la península Ibérica».