El Hubble capturó esta imagen del cometa interestelar 3I/ATLAS el 21 de julio de 2025,
El cometa interestelar 3I/ATLAS podría acabar «hecho añicos» a su entrada en el sistema solar
Se trata del tercer visitante interestelar registrado hasta el momento, y ha sido observado por el telescopio espacial Hubble
El cometa 3I/ATLAS, que viaja a través de nuestro sistema solar a la asombrosa velocidad de 209.000 kilómetros por hora, la mayor velocidad jamás registrada para un objeto de origen interestelar, podría acabar «hecho añicos» en su entrada al sistema solar. Así lo afirma el físico teórico Abraham Loeb en una nota de El Confidencial, quien afirma que ocurriría porque podría chocar con otras rocas o asteroides a velocidades de más de 60 kilómetros por segundo.
Así, anota que a esa velocidad, y debido al choque, se liberarían «20 megatones de TNT, equivalente a unas mil bombas de Hiroshima», publica en el periódico español. Esa cantidad de energía concentrada en un solo choque sería suficiente para fragmentar completamente una roca de 20 km de diámetro (el tamaño estimado de 3I/ATLAS si fuera un cuerpo sólido).
Se trata del tercer visitante interestelar registrado hasta el momento, y ha sido observado por el telescopio espacial Hubble, proporcionando información sobre el objeto.
Esta impresionante velocidad demuestra que el cometa ha estado a la deriva por el espacio interestelar durante miles de millones de años. El efecto de honda gravitacional de las innumerables estrellas y nebulosas que el cometa pasó le añadió impulso, incrementando su velocidad. Cuanto más tiempo permanecía el cometa 3I/ATLAS en el espacio, mayor era su velocidad.
«Nadie sabe de dónde vino el cometa. Es como vislumbrar una bala de fusil durante una milésima de segundo. No se puede proyectar ese tiempo hacia atrás con precisión para determinar dónde comenzó su trayectoria», afirmó en un comunicado David Jewitt, de la Universidad de California en Los Ángeles, líder del equipo científico de las observaciones del Hubble.
Las observaciones del Hubble han permitido estimar con mayor precisión el tamaño del núcleo sólido y helado del cometa. El diámetro máximo del núcleo es de 5,6 kilómetros, aunque podría alcanzar los 320 metros, según informan los investigadores. Si bien las imágenes del Hubble limitan considerablemente el tamaño del núcleo en comparación con estimaciones terrestres previas, el corazón sólido del cometa no puede verse directamente en la actualidad, ni siquiera con el Hubble.
Columna de polvo
El Hubble también capturó una columna de polvo expulsada por la cara calentada por el Sol del cometa, así como el indicio de una cola de polvo que se aleja del núcleo. Los datos del Hubble arrojan una tasa de pérdida de polvo consistente con la de los cometas que se detectan por primera vez a unos 480 millones de kilómetros del Sol. Este comportamiento es muy similar a la firma de los cometas que se dirigen al Sol y se originan en nuestro sistema solar, observados previamente.
La gran diferencia radica en que este visitante interestelar se originó en algún otro sistema solar de nuestra galaxia, la Vía Láctea.
«Este último turista interestelar forma parte de una población de objetos previamente no detectados que irrumpen en escena y que emergerán gradualmente», afirmó Jewitt. «Esto es posible gracias a nuestras potentes capacidades de estudio del cielo, que antes no teníamos. Hemos superado un umbral».
Visto por primera vez en julio
Este cometa fue descubierto por el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS), financiado por la NASA, el 1 de julio de 2025, a una distancia de 680 millones de kilómetros del Sol. ATLAS es un sistema de alerta temprana de impacto de asteroides desarrollado por la Universidad de Hawái.
3I/ATLAS debería permanecer visible con telescopios terrestres hasta septiembre, después de lo cual pasará demasiado cerca del Sol para ser observado, y se espera que reaparezca en el otro lado del Sol a principios de diciembre.