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La Sala de Control de Operaciones de la Misión en el Centro de Control de Misiones del Centro de Naves Espaciales Tripuladas

La Sala de Control de Operaciones de la Misión en el Centro de Control de Misiones del Centro de Naves Espaciales TripuladasNASA

La misión Apollo XIII: cronología de una odisea espacial que casi termina en tragedia

La tripulación apagó el Módulo de Comando y utilizó el Módulo Lunar Acuario como «bote salvavidas» para descender a la Tierra

En el año en el que se han cumplido 55 años del despegue de la misión Apollo XIII, que no llegó a su destino a la superficie lunar, pero se hizo célebre por su regreso a la Tierra en condiciones límite, su comandante, Jim Lovell, ha muerto a los 97 años.

Si algo no es secreto, es que la misión fue fallida. El 11 de abril de 1970 a las 13:13 de la tarde, el Centro Espacial John F. Kennedy (Florida) daba saltos de alegría. El despegue de su cohete, que buscaba ser el tercero en alunizar, había despegado. Dos días después, el 13 Apollo XIII registró una anomalía durante su viaje de ida hacia la Luna. Este problema, además de marcar historia, acabó convirtiéndose en una real odisea del espacio.

Lanzamiento Apollo XIII

Lanzamiento Apollo XIIINASA

Todo comenzó a las 21:08. A esa hora, el astronauta Jack Swigert se puso en contacto con el control de misión en Houston para alertar de una luz de emergencia en el panel de la nave, la cual iba acompañada con una explosión de los tanques de oxígeno en el módulo de servicio. Fue ahí, en ese preciso momento, cuando comunicó una frase de advertencia: «Bien, Houston, hemos tenido un problema aquí».

Desde Houston, contestaron: «Aquí Houston. Repita, por favor». Acto seguido, el comandante de la misión, Jim Lovell, repitió la frase que años después se convirtió en una de las más famosas del planeta: «Eh, Houston, hemos tenido un problema. Tenemos una bajada de tensión en BUS PRINCIPAL B», añadió. «Entendido, bajada de tensión en el BUS PRINCIPAL B», se respondió desde la Tierra. «Bueno, esperen Trece, estamos revisándolo», agregaron.

Mientras las llamadas seguían su curso, las luces de advertencia siguieron encendiéndose en serie. Una falla en el sistema eléctrico de uno de los tanques de oxígeno del Módulo de Servicio produjo una explosión que provocó la falla de ambos tanques y un corte de suministro eléctrico. El Módulo de Comando permaneció funcional con sus propias baterías y tanque de oxígeno, pero estos solo se pudieron usar durante las últimas horas de la misión, explica la NASA.

Como resultado, la NASA se vio obligada a abandonar sus planes de realizar el tercer alunizaje tripulado. Los tanques destruidos proporcionaban soporte vital a los astronautas, por lo que el nuevo reto consistió en devolverlos sanos y salvos a la Tierra.

Para que esto fuera posible, la tripulación apagó el Módulo de Comando y utilizó el Módulo Lunar Acuario como «bote salvavidas» para descender a la Tierra. A pesar de las grandes dificultades causadas por la energía limitada, la pérdida de calefacción en la cabina y la escasez de agua potable, los astronautas pudieron volver. Sin embargo, la misión fue calificada por un «fracaso exitoso».

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