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Pla-García, en la sede del Jet Propulsion Laboratory, centro dedicado a la construcción y operación de naves espaciales no tripuladas para la agencia espacial estadounidense NASA

Sede del Jet Propulsion Laboratory, centro dedicado a la construcción y operación de naves espaciales no tripuladas para la agencia espacial estadounidense NASAJorge Pla-García

Ciencia

La NASA despide a otros 550 empleados en uno de sus centros más relevantes

Desde el pasado 1 de octubre, la NASA se encuentra en una situación prácticamente inusual. Así lo refleja su página web, en la cuál se puede leer el siguiente mensaje: «La NASA se encuentra actualmente cerrada». Esta frase refleja el impacto directo de la falta de fondos aprobados por el Congreso de EE.UU., que obligó a paralizar casi por completo las operaciones de la institución hace casi un mes.

Esta suspensión afecta directamente a programas esenciales como las misiones Artemis, dedicado a la exploración lunar, cuya continuidad se ve amenazada por el bloqueo presupuestario. Como prueba de la situación, tanto la web oficial como las cuentas en redes sociales permanecen inactivas desde el 30 de septiembre.

Imagen de la página web de la NASA, la cuál se encuentra actualmente cerrada

Imagen de la página web de la NASA, la cuál se encuentra actualmente cerradaNASA

Para entender cómo se llegó a este punto, es necesario remontarse al mes de julio, cuando la cadena CBS News adelantó que cerca de 4.000 empleados habían solicitado abandonar voluntariamente la agencia. Esta decisión se enmarcaba en la segunda fase de un programa federal de renuncias voluntarias promovido durante la Administración de Donald Trump, diseñado para reducir el tamaño del gobierno. A través de este plan, los trabajadores podían acogerse a una salida diferida que les permitía continuar recibiendo su salario durante varios meses tras la renuncia.

No obstante, la situación ha escalado de forma alarmante. A los casi 4.000 trabajadores que se acogieron al programa de renuncias se suman ahora cerca de 15.000 empleados enviados a casa sin remuneración, afectados directamente por el parón presupuestario.

Ahora, meses después del inicio de las tensiones económicas, está previsto que 550 empleados del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL por sus siglas en inglés) pierdan su empleo como parte de la reestructuración de la agencia. Esta medida supondrá el despido del 11 % de la plantilla del JPL, siendo la tercera reducción de personal del centro en los últimos dos años. A principios de 2024, la lista de trabajadores ascendía hasta los 6.500, mientras que ahora contará con casi 2.000 menos.

«Estos despidos... son una auténtica tragedia. Cada despido devasta la fuerza laboral altamente calificada y excepcionalmente talentosa que ha hecho posibles estos logros. Sumado a los despidos del año pasado, esto resultará en una pérdida incalculable de conocimiento y experiencia científica que amenaza el futuro mismo del liderazgo estadounidense en la exploración espacial y el descubrimiento científico», señaló la congresista demócrata Judy Chu.

El JPL de la NASA es el gran responsable de la mayoría de misiones robóticas de exploración espacial de Estados Unidos. Misiones como Curiosity, Perseverance, así como distintas relacionadas con la vuelta del ser humano a la Luna se encontrarían ahora más en riesgo que nunca como consecuencia de una política de recortes que parece no tener fin.

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