Los odiados del 'Grand Prix'

No podía ser todo tan bonito. Esto es España y quien la habita es genéticamente envidioso, según el académico Arturo Pérez-Reverte. Procede esta reflexión porque Grand Prix del Verano volvió la pasada semana a la cadena pública entre loas generalizadas y una audiencia asombrosa.

Hubo críticas a dos de los copresentadores, la streamer Cristinini y el acróbata y actor Wilbur, pero quedaron un tanto eclipsadas por ese feliz estreno. Pero anoche los haters volvieron a la carga y con más virulencia que en el estreno. Contra Cristinini. Contra Wilbur. Y contra la madrina de uno de los equipos, Carolina Iglesias, más conocida en redes sociales como Percebes y Grelos. El hastag #GrandPrixTVE se vio tomado por individuos e individuas que, lejos de disfrutar del programa, centraron sus esfuerzos nocturnos en arremeter contra estas tres personas, especialmente contra los dos primeros, que fueron trending topic durante la noche y las primeras horas de la madrugada. Se sintieron bolos-humanos, como si fuesen miembros de cualquiera de los dos equipos en la famosa prueba de los Superbolos. Para muchos, fueron los protagonistas de la noche, por encima de los pueblos participantes (por cierto, ganó Yepes a Brión y se colocó primero en la general).

Con Cristinini no hubo tregua de principio a fin. Que si no se le entiende, que si chilla, que si sus comentarios no aportan nada, que si tapa a Ramón García cada vez que abre la boca. Es verdad que la narración suena baja y en ocasiones se pisa con la del presentador, pero no parece que sea motivo suficiente para indignarse.

A Wilbur se le achaca falta de gracia. Evidentemente, esto es como el picor en los pimientos de Padrón: unos lo sentirán así y otros no. Pero es importante precisar que, al igual que el dinosaurio, es un personaje dirigido al público infantil. Y, ya puestos, recordemos que la presencia de Cristinini es un guiño al público joven, entre el que la streamer tiene muchos adeptos.

También hubo cera para la madrina del equipo gallego, el de Brión, que fue Carolina Iglesias. Fue calificada de «terfa» por aquellos que no le perdonan haber invitado a su famoso programa a una «tránsfoba». Se disculpó, pero se conoce que entre esta comunidad está tan cancelada como J. K. Rowling.

Afortunadamente, también hay gente con sentido común y que se toma las cosas más a la ligera, como ha de tomarse esto del Grand Prix.

Son aquellos que llaman amargados a los críticos y llaman a disfrutar del programa sin prejuicios. Como tiene que ser.