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Los equipos de la películas ´El 47´ y ´La Infiltrada´ tras recibir el Goya ex aequo a la mejor película

Los equipos de la películas ´El 47´ y ´La Infiltrada´ tras recibir el Goya ex aequo a la mejor películaEFE

Goya 2025

Sorpresa en los Goya: 'El 47' y 'La infiltrada' comparten el premio a la mejor película

Por primera vez en la historia de los Goya, dos películas empatan en las votaciones en el último premio de la noche

La sorpresa saltó al final de la gala de los Goya 2025 celebrada este sábado por la noche en Granada cuando, en el último premio de la noche, Belén Rueda anunció que eran dos las cintas ganadoras del Goya a la mejor película: El 47 y La infiltrada. Increíble.

«¡Pedro Sánchez, dimisión!», vociferaba la gente en los alrededores del Palacio de Exposiciones y Congresos de Granada donde este sábado por la noche se celebraba la gala de los Goya 2025. Lo llamativo es que los gritos resonaban desde dos horas y media antes del comienzo de una ceremonia a la que, una vez más, decidió apuntarse el presidente del Gobierno. «No voy a hablar de política», advirtió a los periodistas a su llegada. Así que se puso a hablar de cine y se mojó por la película que deseaba que ganara –Segundo premio–, pero no por Karla Sofía Gascón, la actriz trans española que opta al Oscar por Emilia Pérez y que ha sido repudiada por la izquierda por los polémicos tuits que publicó años atrás.

La gala de los Goya comenzó con Miguel Ríos dando la nota y el cante continuando la versión inclusiva de Bienvenidos –tornada en Bienvenidas– que iniciaron, entre otros, el dúo Amaral y Luis Tosar, y finalizando su actuación al grito de «¡Free Palestina!». Los Goya se empeñaban una vez más en ser reivindicativos desde el principio.

Salva Reina, por su breve papel dramático en El 47 alejado del registro cómico al que nos tiene acostumbrados, se llevó el primer premio de la noche con el Goya al mejor actor de reparto. Su compañera en la película, Clara Segura, ganaría después con merecimiento como mejor actriz de reparto. Y reparto habría también durante la noche en los galardones entre El 47, Segundo premio, La estrella azul y La habitación de al lado, de Almodóvar, que no asistió a la gala por un accidente doméstico y se llevó el Goya al mejor guion adaptado. Lo recogió su hermano Agustín.

Antes, Maribel Verdú, presentadora de la gala junto a Leonor Watling, entregó el Goya de Honor a Aitana Sánchez-Gijón, su amiga desde la infancia, y otro amigo, en este caso de Richard Gere, hizo entrega al actor estadounidense del Goya Internacional: Antonio Banderas. Gere tiró de ironía en su discurso de agradecimiento en inglés y traducido al castellano, para lógico malestar del gremio de intérpretes y traductores, por medio de la inteligencia artificial. «No soy tonto, me dan el Goya porque me he casado con esta hermosa mujer de Galicia», señaló Richard Gere refiriéndose a su mujer, Alejandra Silva, con la que reside en Madrid.

Aitana Sánchez-Gijón y Richard Gere tenían premio seguro, casi como Eduard Fernández, por su soberbia interpretación en Marco, que confirmó su condición de gran favorito al Goya al mejor actor. Carolina Yuste también ganó con todo merecimiento el suyo a la mejor actriz por La infiltrada, que se fue de la gala con mucho menos reconocimiento de lo que debería. Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez fueron los ganadores del Goya a la mejor dirección por Segundo premio antes del bombazo de la noche.

Belén Rueda anunciaba primero como ganadora del Goya a la mejor película a El 47. Segundos después empezaba a formarse un revuelo con aires de confusión que recordaba al fallo de Faye Dunaway y Warren Beatty al anunciar por error como ganadora del Oscar a La La Land en lugar de Moonlight. No hubo fallo esta vez, sino empate. De manera increíble, más aún que histórica, dos cintas compartían el Goya a la mejor película, El 47 y La infiltrada, y el escenario se llenaba de gente y de discursos, y se vaciaba de tiempo más de tres horas y media después de su comienzo. Más aún que el largo-metraje de The Brutalist. Y más o menos lo que esperaron unos cuantos antes de la gala para gritar: «¡Pedro Sánchez, dimisión!».

El valiente discurso de la productora María Luisa Gutiérrez en los Goya

El empate en la votación por el Goya a la mejor película tiene tanto de improbable como de simbólico. España está tan dividida que ni sus representantes del cine se ponen de acuerdo para alcanzar una mayoría y elegir la mejor película del año. Lo mejor de todo, con mucha diferencia, fue el valiente y ejemplar discurso de María Luisa Gutiérrez, productora de La infiltrada, con el Goya –compartido con El 47– a la mejor película.

«Los cuatro productores queremos compartir este premio con la infiltrada real y con todos los que, como ella, arriesgan su vida al final por el bien común y por defender los principios de la democracia. La democracia se basa en la libertad de expresión. Y la libertad de expresión se basa en que cada uno, piense lo que piense, y aunque yo esté en las antípodas de lo que piensas tú, que te respete y que tú tengas el derecho a decir lo que piensas», expresó con decisión María Luisa Gutiérrez.

«También lo queremos compartir con la familia Ordóñez y con la Fundación Víctimas del Terrorismo, con COVITE, y con todas aquellas víctimas reales que han visto la película y que, a pesar del dolor que han sentido, nos han dado las gracias porque es una historia que hay que recordar. Porque la memoria histórica también está para la historia reciente de este país», afirmó la productora, que también quiso acordarse de Santiago Segura y el papel fundamental –no siempre reconocido– de sus comedias familiares para la salud del cine español.

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