
La historiadora francesa Helene Carrere d'Encausse
Muere a los 94 años Hélène Carrère d'Encausse, Secretaria Perpetua de la Academia Francesa
La historiadora especialista en Rusia fue la primera mujer al frente de la institución, y rechazó en los últimos años el lenguaje inclusivo. Era madre del novelista Emmanuel Carrère
La historiadora Hélène Carrère d'Encausse, primera mujer al frente de la Academia francesa y especialista en Rusia, ha fallecido este sábado en París a los 94 años, según ha anunciado la familia.
Nacida en la capital francesa el 6 de julio de 1929 de padre georgiano y madre de origen alemán-ruso, Hélène Zourabichvili obtuvo la nacionalidad en 1950. Su padre, comprometido durante la ocupación nazi, desapareció tras la liberación, dejando a su familia sumida en la pobreza.
Académica y política
Autora de más de treinta libros, se distinguió por su trabajo como historiadora y académica, pero también por su actividad política. En 1988 apoyó en las elecciones presidenciales a Raymond Barre, candidato de la derecha liberal. En 1994 apareció en las listas de Unión para la Democracia Francesa (UDF) en las elecciones europeas.
En El estallido del Imperio: la Revolución de las Naciones, libro de gran éxito, previó la desintegración del estado soviético, aunque no fue debido a su tesis de una revuelta de las poblaciones musulmanas. Publicó más de 20 ensayos sobre la Unión Soviética y Rusia, de la que siempre creyó que era un mundo distinto cuya democratización era imposible de conseguir siguiendo el camino de Occidente.Secretaria Perpetua desde 1999
Fue elegida miembro de la Academia Francesa en la cátedra de Jean Mistler en 1990 a propuesta de Henri Troyat quien pensó que encarnaba la lucha intelectual contra la idea soviética. Fue Michel Déon quien la recibió bajo la Coupole en noviembre de 1991.
En 1999 se convirtió en Secretaria Perpetua de la Institución en lugar de Maurice Druon. Era la primera mujer en acceder al insigne cargo, pero rechazó la feminización de su título como «Secretaria Perpetua». Una de sus últimas batallas en la Academia fue la de la integridad de la lengua, amenazada según ella por el «peligro mortal que plantea la escritura inclusiva».