Tampoco es una novela de terror al uso, pero su resultado, como en el caso de El corazón de las tinieblas, alcanza o supera el horror ("el horror, el horror..., escribió Conrad) de aquellas. Un hombre, Josef K., es arrestado un día sin saber por qué y sin que nadie le dé ninguna explicación, a pesar de sus preguntas e intentos. El espacio desasosegante de la detención y la angustia incomparable en la pluma maestra del escritor de Praga, hacen de una novela existencial una auténtica joya de terror.