Joan Manuel Serrat en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Jalisco (México)
Serrat defiende el sanchismo en México y carga contra «la derecha y la ultraderecha»
Fue durante un encuentro en la Feria del Libro de Guadalajara ante un auditorio abarrotado que venía por sus canciones y se encontró con su ideología
Serrat demostró en México, durante su asistencia a la Feria del Libro de Guadalajara, como miembro de la delegación Barcelonesa (ciudad invitada de honor) y en un previsto encuentro con jóvenes que al final no lo fueron tanto, que es una estrella internacional a sus casi 82 años.
Un estrellato por el que tuvo maneras de divo, de algún modo impensables en él, y por el que se metió de lleno en política cuando la gente había ido en masa a escucharle por sus canciones. El actor Russell Crowe, protagonista de Nuremberg en la piel de Hermann Goering, dijo hace unos días que estaba «harto de que los famosos usen su fama para promover una causa. Deja un cheque en el lugar correcto y cállate», espetó.
Pero Serrat no se calló. Habló del Mediterráneo, a propósito de su canción, como de un «sarcófago enorme». «Vivimos una época muy miserable. Los Gobiernos de los países poderosos tienen en la migración un caldo de cultivo favorable a la derecha».
Una «derecha y una ultraderecha», al más puro lenguaje sanchista, que «mandan mensajes a la mayoría de la humanidad tratando de desprestigiar la democracia y un régimen representativo basándolo en otro régimen milagroso en el cual la gente se hace rica a través de unas oportunidades que aparecen vaya usted a saber de dónde».
Ni una palabra negativa para la izquierda o la ultraizquierda o para Sánchez, de quien se ha mostrado muy cercano en los últimos tiempos. La parte de divo, ciertamente impensable en el perfil del cantautor mítico, la enseñó cuando se marchó del encuentro por el ruido de la gente que quería entrar, emocionada, a escucharle en el auditorio abarrotado.
Luego volvió y también tuvo tiempo para mofarse de una señora que pidió la palabra un momento antes de que el protagonista pidiera que el micrófono se le diera a los jóvenes: «Señora, señora ¿no entendió o viene usted disfrazada?», dijo.