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23 de abril de 2024

El Príncipe Carlos pintando durante una visita a un hospital en Brisbane, Australia

El Príncipe Carlos pintando durante una visita a un hospital en Brisbane, AustraliaGtres Online

El príncipe Carlos expone sus acuarelas en Londres: «Siento la abrumadora necesidad de expresar lo que veo con las acuarelas»

Las pinturas del príncipe se exponen en la londinense capilla de Garrison hasta el 14 de febrero, si bien él mismo afirma que no posee un gran talento

El príncipe Carlos conoce sus fortalezas, y sabe (y reconoce) que su faceta de acuarelista no es especialmente reseñable. Sin embargo, lleva mucho tiempo plasmando los paisajes naturales que le rodean, ya que encuentra paz y armonía en esta afición.
Ahora, la obra del príncipe de Gales se encuentra expuesta en la capilla de Garrison de Londres hasta el 14 de febrero. Se trata de la primera exposición completa de su obra pictórica, y en ella se incluyen vistas preciosas de escenas escocesas, francesas y del continente africano que el hijo de Isabel II ha plasmado a lo largo de sus numerosos viajes. En la exposición, el príncipe Carlos explica que se interesó por las acuarelas por primera vez tras comprobar que la fotografía, principal afición artística de su madre, le resultaba «muy poco satisfactoria». "Sencillamente, sentí una necesidad abrumadora de expresar lo que veía haciendo uso de las acuarelas y de tratar de transmitir esa sensación ‘interna’, por así decirlo, mediante la textura; algo imposible de conseguir con la fotografía”.
Una de las acuarelas del Príncipe Carlos que puede verse en la capilla Garrison, en Londres

Una de las acuarelas del Príncipe Carlos que puede verse en la capilla Garrison, en LondresThe Garrison Chapel

La capilla Garrison es, de hecho, la sede de la Prince Foundation, la fundación caritativa presidida por el Príncipe de Gales. En total, se puede contemplar 79 acuarelas, que de media se venden por unos 20.000 euros y según el periódico The Express le habrían reportado a Carlos de Inglaterra más de 7 millones de euros, que habría dedicado a causas benéficas.
Como artista se muestra humilde y considera que su obra no puede catalogarse como gran obra de arte, pero si su álbum de fotos personal, por lo que es importante para él. «Mirando hacia atrás, esos primeros bocetos que hice, estoy horrorizado por lo malos que son. Pero lo mejor de la pintura es que estás haciendo tu propia interpretación individual de cualquier vista que hayas elegido. Como te obliga a sentarte y observar atentamente el sujeto seleccionado, descubres mucho más sobre él que simplemente apuntando una cámara y llegando a un resultado que probablemente sea casi idéntico a la fotografía de otra persona. Todo requiere de mucha concentración y, en consecuencia, es uno de los ejercicios más relajantes y terapéuticos que conozco», explica Carlos de Inglaterra en el catálogo de la exposición.
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