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29 de abril de 2024

Portada de «De ETA a EH Bildu. Las pieles de la serpiente» de Fernando José Vaquero Oroquieta

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'De ETA a EH Bildu': el cubil de la bestia al descubierto

Fernando José Vaquero Oroquieta desvela las derivas mafiosas y sectarias de una organización despiadada

En los últimos años, en buena medida a impulsos, entre otros investigadores meritorios, de Gaizka Fernández Soldevilla y del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo de Vitoria, se vienen publicando, en España, numerosos textos relacionados con el terrorismo en sus múltiples y en ocasiones, insospechadas derivas. A tan imprescindible flujo documental de corte académico, si bien provisto de un potente sesgo pedagógico –y siempre magníficamente destilado en sus colaboraciones periodísticas por el investigador citado-, se le debe sumar otro caudal memorístico: el aportado por muchos protagonistas de aquellos años de plomo, sangre, olvidos y silencios.
El libro que comentamos hoy, no puede integrarse en ninguna de las dos categorías anteriores. Fernando José Vaquero Oroquieta, su autor, ni es un académico ni lo pretende, pero proporciona un análisis certero por su experiencia vivida. Su visión se encuentra filtrada por su dimensión profesional e itinerario vital, que le proporciona un análisis único y bien trazado, relacionado con los profundos cambios antropológicos de nuestra sociedad. N
o es una investigación periodística, aunque es deudor de sus páginas, las cuáles apenas tienen adjetivos, de forma austera y descarnada, pero perladas de nombres, rememoran hechos en ocasiones brutales, refrescando fechas, personajes y circunstancias que alcanzan un ritmo vertiginoso y atrapante. No es, tampoco, un ensayo de sociología, ni de psicología terrorista. No es una mera sucesión de biografías paradigmáticas. Pero tiene algo propio de todas y cada una de esas disciplinas: nos encontramos, entonces, ante un volumen multidisciplinar, pero también trufado con breves apuntes autobiográficos. De hecho, ahora lo descubrimos, el autor es funcionario de Instituciones Penitenciarios desde hace más de 35 años y fue, por unos pocos años, Subdirector de Régimen y Seguridad en su centro de trabajo de toda su vida. No obstante, debe aclararse que de esos precisos años, nada cuenta en este inquietante libro, aunque su experiencia criminalística resulta determinante y única.
Portada de «De ETA a EH Bildu. Las pieles de la serpiente» de Fernando José Vaquero Oroquieta

pompaelo / 315 págs.

De ETA a EH Bildu

Fernando José Vaquero Oroquieta

Inquietante, sí: pues desvela las derivas mafiosas y sectarias de una organización despiadada siempre al servicio de sus objetivos finales jamás disimulados; la independencia y el socialismo. Inquietante desde una perspectiva moral, al desarticular los discursos buenistas que despachan alegremente uno de los dilemas más relevantes de las últimas décadas: ¿ETA y EH Bildu son una misma criatura?
Inquietante, con un pie en la historia reciente, al recordar la ejecución de una verdadera operación de limpieza ideológica desplegada también a costa de los vascos y navarros de ideas foralistas, tradicionalistas, falangistas o simplemente, derechistas; unas víctimas especialmente olvidadas y denostadas por la banda y por el propio Estado, entre los centenares de asesinados.
Más inquietante y próximo todavía: al acercarnos a la banalidad del mal, conforme el concepto acuñado por Hannah Arendt, de la mano de sus protagonistas; caso de un Juan José Zabarte, carnicero de Mondragón, odio y mal hecho carne o al confrontar al denominado «feminismo abertzale» con las más de 60 mujeres, incluidas 20 niñas, asesinadas por los sicarios de la banda a la que nunca criticaron y siempre apuntalaron como compañeras fieles y sumisas.
E inquietante, políticamente también, como cuando propone al lector una mirada crítica a la vía de reinserción de los terroristas de ETA PM; circunstancia que, en silencio y ocultismo, excluyó de las investigaciones policiales y judiciales a cientos de sus atentados y varias decenas de asesinatos y secuestros. No, nunca hubo una «ETA buena». Es más, la Transición no siempre fue ejemplar ni justa ni incruenta.
El texto carece, lo hemos señalado, de adjetivos: presenta, consecutivamente, hecho tras hecho, por duro que sea, facilitando que el lector viva mentalmente aquellos oscuros años cuyos perversos hábitos sociales continúan facilitando la agenda etarra aún hoy.
Así, el libro se estructura en 35 intensos capítulos que parten de una seleccionada cronología en que se recogen los hitos más decisivos de esta triste historia: origen, ideologías, tácticas, estrategias, escisiones, asambleas, fases de la organización, liderazgos, proyecciones políticas, acuerdos transversales con otros nacionalistas, y, cómo no, los atentados más brutales.
El papel de la Iglesia vasca, las implicaciones internacionales de la banda, los apoyos externos e internos, sus tácticas de movilización social, la instrumentalización del movimiento de la insumisión, la expulsión de 180.000 vascos, su impacto económico, las organizaciones que les imitaron lanzándose al sinsentido del terror, la crisis generacional que dibuja la aparición de una pujante izquierda abertzale proletaria que descarta a sus mayores por aburguesados o liquidacionistas… No, lamentablemente, la historia de ETA no ha terminado y sigue siendo una amenaza en el presente.
Y no lo hará hasta que los 379 asesinatos pendientes de esclarecimiento no sean investigados y sus autores enjuiciados y castigados. Y ETA no habrá desaparecido hasta que EH Bildu no se «desmilitarice» de una vez, orgánica y mentalmente, convirtiéndose en un partido político propio de un sistema democrático avanzado…; si es que puede, le dejan y ya no es demasiado tarde. Y todo ello previa colaboración con la investigación de los asesinatos pendientes, petición de perdón, colaboración con la justicia y resarcimiento del daño causado. No, falta mucho para que una parte de la sociedad acepte la democracia como lo que es, respetar la opinión y la vida de los demás.
ETA culminó en Sortu y EH Bildu. Y ambas formaciones jamás habrían existido sin ETA. Tal es una de las principales enseñanzas de este apretado y necesario volumen.
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