Fundado en 1910
Busto de Constantino I

Busto de Constantino IREAL ACADEMIA DE LA HISTORIA

Del emperador Constantino a Inocencio III: los mil años que construyeron la Cristiandad

Este poderoso ensayo, tanto en extensión como en erudición, alumbrado por el reconocido especialista Peter Heather, recorre los mil años, desde el siglo IV hasta el siglo XIV, que cimentaron y edificaron el constructo que denominamos «Cristiandad»

«A pesar del convergente impacto de la ciencia, el racionalismo y el materialismo, el mundo moderno sigue teniendo mucho de religioso –y también mucho de cristiano–». Estas palabras de Peter Heather al final de su obra Cristiandad. El triunfo de una religión (Crítica, 2024) no pueden, primero, dejar indiferente a nadie que se interese por el mundo en el que vive, y segundo, dejar de pensarse y reevaluarse por quienes se dedican específicamente al estudio del hombre en los tiempos pasados (esto es, los historiadores). Pues si esto es así, es decir, si nuestro mundo actual, a pesar de todo, sigue «teniendo mucho de religioso –y también mucho de cristiano–» en palabras de Heather, ¿quién puede dudar que nos conviene profundizar en el conocimiento de esa religión que nos ha configurado de manera determinante (aunque muchos se nieguen enconadamente a reconocerlo), y que se encuentra en los cimientos de la sociedad en la que vivimos.

Y más en concreto, con Cristiandad Heather se refiere a la estructura nacida de un cristianismo concreto: el moldeado por Roma (la de los emperadores y la de los papas). Y es por ello por lo que Heather condensa de manera magistral la impresionante cantidad de diez siglos en un millar de páginas, porque considera que solo así se puede «explorar desde la base las razones exactas que hicieron que Europa se convirtiera en la cristiandad, esto es, en aquella parte del planeta dominada por gobernantes cristianos y habitada por poblaciones abrumadoramente fieles a ese credo». La tarea que se propone abordar Heather no es sencilla: «comprender cómo la extraordinaria estructura religiosa que fue la cristiandad medieval logró acoger bajo sus alas a tan inmensas franjas poblacionales de Europa». Cómo, en definitiva, el antiguo Imperio de los romanos pasó a convertirse en un Imperio cristiano, y cómo tras la desaparición de la parte occidental, sus emuladores quisieron presentarse como potencias cristianas, hasta llegar a la definitiva consolidación de la llamada Cristiandad con el IV Concilio de Letrán en 1215, convocado por el papa Inocencio III, aunque la narración va un tanto más allá, hasta los albores del siglo XIV.

Cristiandad. El triunfo de una religión

Editorial Crítica. 2004. 1008 págs

Cristiandad. El triunfo de una religión

Peter Heather

Hay que decir que Peter Heather es una de las voces más autorizadas en la actualidad en lo que a la Antigüedad tardía y la Alta Edad Media en Occidente se refiere. Este profesor de origen norirlandés, cuya alma mater es la Universidad de Oxford, dirige el departamento de Historia Medieval en el King’s College de Londres, y ha publicado numerosos libros y artículos centrados, como buen británico –pues larga es la nómina de oriundos de estas Islas que se han dedicado al tema, desde Edward Gibbon allá en el siglo XVIII–, en la caída de Roma y los siglos posrromanos, antaño mal llamados Dark Ages («Tiempos oscuros»). Pero si existe un logro, o un mérito que hagan de Heather un autor del que fiarse, al que leer, es su honestidad. Raro es encontrar autores que enfoquen este tema desde un prisma totalmente desapasionado, y buscando con denuedo la objetividad. Bueno, pues este es el caso de Peter Heather. Se puede estar de acuerdo o no con sus ideas (aquí, por ejemplo, no estamos de acuerdo con él cuando trata las conversiones masivas del pueblo llano, confrontándolas con las de las élites), pero lo cierto es que sus razonamientos están cargados de lógica y denotan una honesta búsqueda de la verdad.

Comienza Heather, como no podía ser de otro modo, por el emperador Constantino, ya que en sus mismas palabras: «a partir de los tiempos de Constantino, la cristianización de Europa estuvo íntimamente vinculada con el ejercicio del poder a todos los niveles: imperial, real o eclesiástico», y enuncia aquí una de las teorías que han parecido más interesantes del libro a quien escribe: que Constantino fue cristiano en todo momento, desde niño, pero las exigencias políticas le hicieron optar por un «descubrimiento» de su fe al público en fases. En dicha fe, su madre Helena –como siempre ha ocurrido con las madres en la historia del cristianismo (y, si nos apuramos, en la de la humanidad)– habría tenido un papel esencial. En cuanto a la estructura de la obra: es tripartita, y la primera parte («La romanización de la cristiandad») pretende poner las bases del estudio, ocupando las partes segunda («La caída de la cristiandad romana») y tercera («El Imperio romano se renueva») el grueso del volumen. A grandes rasgos la segunda parte contiene del siglo V al VIII, y la tercera del siglo IX al XIII.

De un volumen de mil páginas, que pretende abarcar mil años, alguna que otra cosa más podría decirse (por ejemplo, acerca del bien nutrido corpus de fuentes y bibliografía utilizado por el autor), pero preferimos concluir con las palabras con las que Heather se lanza al coso al acabar la introducción: «la emisión del juicio final [sobre la obra] corresponde únicamente al lector».

comentarios
tracking