
«Tristán e Isolda (La muerte)», de Rogelio de Egusquiza, representa el momento en el que ella cae envenenada sobre el cadáver de Tristán
'Tristán e Isolda', la gran ópera de Richard Wagner, vuelve al Teatro Real
Se ofrecerán cuatro únicas funciones, los días 25 y 29 de abril, y 3 y 6 de mayo, a las 18.30 horas, debido a la larga duración de la ópera
Se trata sin duda de una de las más excelsas partituras de la historia de la ópera. Tristán e Isolda vuelve al Teatro Real con un reparto estelar, bajo la batuta del wagneriano Semyon Bychkov, que estará al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, después del éxito de Parsifal, en 2016 y, de Elektra, de Richard Strauss, en 2012.
Se ofrecerán cuatro únicas funciones –los días 25 y 29 de abril, y 3 y 6 de mayo– encabezadas por Andreas Schager, considerado el más grande Tristán de la actualidad, que en el Teatro Real ya participó en Rienzi (2012), Tristán e Isolda (2014, en sustitución de Robert Dean Smith), Siegfried (2021) y El ocaso de los dioses (2022).
Actuará junto a Ingela Brimberg (Isolda) –que cantó en El holandés errante (2016) y La valquiria (2020)– y Franz-Josef Selig (El Rey Marke), que participó en Pelléas et Mélisande (2002 y 2012), Escenas del Fausto de Goethe (2009), Tristán e Isolda (2014), Fidelio (2015) y Parsifal (2016). Todo ellos estarán secundados por John Lundgren (Kurwenal), Neal Cooper (Melot), Ekaterina Gubanova (Brangäne), Jorge Rodríguez-Norton (un pastor), Alejandro del Cerro (un marinero) y David Lagares (un timonel).

El director musical de 'Tristán e Isolda', Semyon Bychkov
«Nunca se ha compuesto nada como esto»
Wagner, que pretendía componer una ópera sencilla, que le solucionara los problemas financieros, sin complicaciones escénicas y dramatúrgicas, encontró, en el arcano del amor, su complejidad y su éxtasis, el impulso para llevar al límite su escritura armónica. Pronto se dio cuenta de que Tristán e Isolda sería mucho más de lo que se había propuesto, anotando al final del borrador del primer acto: «Nunca se ha compuesto nada como esto».
La leyenda medieval de Tristán e Isolda, que Wagner utilizó para su drama musical en tres actos, estrenado en Múnich en 1865, plantea la extrema tensión que lleva a la pareja de amantes protagonistas a romper todas las normas morales, éticas y religiosas, poseídos por el hechizo de un filtro fatal, trasunto simbólico de la pasión, amor y erotismo que los consume.

La ópera 'Tristán e Isolda' ya fue representada en el Teatro Real en 2014
Es este camino de anhelo, perdición, purificación y trascendencia que impulsa el devenir de la acción dramática, fuente de la prodigiosa escritura vocal y orquestal de Wagner, que se expresa en los límites de la tonalidad, disolviéndose en un cromatismo embriagante, nos encontramos un texto lleno de aliteraciones y melismas en el que el sonido de las palabras es a veces más importante que su contenido semántico.
La concepción wagneriana del arte total como confluencia y simbiosis de palabra y música, la utilización del mito en su dimensión universal y primigenia, la melodía infinita y la espiritualidad religiosa se elevan a través de la música, articulando las contradicciones ontológicas del amor en sus múltiples dimensiones.
Tristán e Isolda se representó en el Real con tres producciones escénicas y musicales muy distintas desde su reapertura: en 2000, con Daniel Barenboim (y la Staatskapelle Berlin) y Harry Kupfer; en 2008, con Jesús López Cobos y Lluis Pasqual; y en 2014, con Marc Piollet y Peter Sellars (con Bill Viola).
En esta ocasión, la versión en concierto semiescenificada permitirá al público disfrutar de una nueva aproximación a esta ópera genial, con un distinto viaje a su profundidad y su misterio.