Status Quo triunfa en Madrid con un concierto para sibaritas del rock añejo
La banda británica ofreció un concierto memorable en Las Noches del Botánico para un público entregado a grandes himnos como In the army now o Whatever you want
La banda británica Status Quo triunfó en el Festival de las Noches del Botánico
Nueve cincuenta y cinco de la noche. El lugar de los hechos: el festival de Las Noches del Botánico, uno de los templos del hipsterismo madrileño.
Esta noche, sin embargo, no eran ni hipsters ni swifties quienes abarrotaban las terrazas y barras de bar hechas de tablas de palets entre luces vintage del Botánico de la Ciudad Universitaria, sino un ejército de supervivientes de ese viejo rock n' roll mil veces dado por muerto.
Abundan las camisetas de AC/DC, los Rolling Stones, Ramones, Guns n' Roses, Suaves y, sobre todo, de Status Quo.
Francis Rossi, líder de Status Quo, se ganó el público madrileño con sus grandes temas
La banda británica –coetánea de la de Mick Jagger y Keith Richards– liderada por el incombustible Francis Rossi llevó a Madrid una hora y media de rock añejo que se saborea como un buen ron envejecido en barrica de roble americano.
Uniformados con camisa y zapatillas blancas y pantalón negro, los integrantes de Status Quo arrancaron con Caroline, el tema con el que comienzan todos sus conciertos, tras un breve saludo marcial de Rossi.
A partir de ahí, un recital de rock n’ roll, blues, country y boogie rock electrificó a un público entregado a la causa. A Caroline le siguió otro clásico, Rain y, después, Little lady.
Con In ther army now o Whatever you want Status Quo logró ganarse al público
A medida que avanzaba el concierto se hacía evidente que sería una réplica del que la banda ofreció un día antes en el teatro romano de Mérida. Pero, parafraseando al portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, «qué más dará». Lo que sucedió esta noche en el Botánico de Ciudad Universitaria ha sido un concierto histórico.
Riffs de infarto de épicas guitarras y transiciones entre canciones que impedían respirar ni siquiera un instante. El ritmo era frenético. Cualquiera diría que Rossi tenga 75 años.
Los grandes temas de la banda nacida en 1962 se sucedían uno tras otro en una concatenación de éxitos que llevaron al público –más en la cincuentena de la vida que en los cuarenta– al paroxismo: Little Lady, Softer Ride, Beginning of the end, Somthing about you, In my chair, The Oriental…
En el ambiente se respiraba cierta nostalgia. Faltaba una pieza esencial del grupo, el guitarrista Rick Parfitt, fallecido en Marbella en 2016. Nostalgia que Rossi supo superar con una buena dosis de humor y flema británica con la que logró meterse a un público –al que por otro lado ya tenía ganado antes de empezar el concierto– en el bolsillo.
Tirando ya hacia el final del concierto, llegaron por fin los grandes himnos que han hecho inmortal a Status Quo. Primero la muy coreada In the army now –mítico tema del disco Bolland & Bolland de 1982–, donde, tal vez por la emoción del momento que embargaba el escenario, o quizás por un resfriado que malamente lograba disimular, a Rossi se le quebraba a ratos la voz.
Nada que no se pudiera solucionar con un público dispuesto a sostener a su ídolo con un coro atronador. Un público que lo mismo daba botes cerveza en mano bajo el encantamiento del rasgueo de guitarra, como coreaba ese «Oooooh, you are in the army… now» con un vino tinto en copa de cristal en la mano. Lo dicho: rock sibarita del bueno.
Con todo, la locura absoluta se desató con Whatever you want y Rockin' all over the world, clásicos absolutos de la banda y del rock internacional.
Tras esos dos grandes temas, poco más que añadir. Status Quo había triunfado en la arena de la difícil plaza madrileña. Don't waste my time como bonus track y ovación unánime para salir por la puerta grande a hombros de un público que abarrotó las más de 4.000 plazas del intimista teatro al aire libre del Botánico.