El atleta Dick Fosbury durante el salto con el que logró el oro en los JJOO de México 1968
Dick Fosbury (1947-2023)
El estilo que revolucionó el salto de altura
Logró el oro olímpico en México 68, pero sobre pasará a la historia por cambiar para siempre la forma de competir en esta modalidad
Nació en Portland (Estados Unidos) el 6 de marzo de 1947 y falleció en Salt Lake City (Estados Unidos) el 12 de marzo de 2023
Richard Douglas Fosbury
Atleta
Su estilo supuso un antes y un después en la manera de competir en salto de altura, una modalidad para la que al principio fue descartado al no ser competitivo con las técnicas que había antes de su aparición.
Un adelantado a su tiempo que tuvo que aguantar burlas de todo tipo antes de que su peculiar estilo alcanzara la gloria en los Juegos Olímpicos de México 1986. Dick Fosbury se llevó la medalla de oro en aquella cita y además provocó que todos los atletas posteriores utilizaran su mecánica de salto, la conocida como «Fosbury Flop».
Hasta ese momento la mayoría saltadores intentaban superar el listón mediante la técnica del rodillo ventral, en la que se elevaban de cara mientras intentaban girar el cuerpo a medio salto por encima del listón. Esta práctica nunca fue el punto fuerte de Fosbury, que durante su época colegial tenía unas marcas muy discretas con este tipo de estilo y ni siquiera logró clasificarse para competir en el equipo local.
Eso no hizo que el estadounidense tirase la toalla, sino que le llevó a buscar una forma con la que poder llegar a alcanzar las grandes marcas. En 1963, el deportista comenzó a trabajar en su hoy famoso «Fosbury Flop», que consiste en correr hacia el listón siguiendo una trayectoria curva, de forma que la aproximación final al listón se hace en dirección transversal a este, para una vez ante el listón saltar de espaldas al mismo y con el brazo más próximo extendido.
Gracias a esta técnica tan poco ortodoxa a ojos del mundo, Fosbury logró el billete para los Juegos Olímpicos de México 1968, aunque ni de lejos se situaba entre los favoritos a hacerse con el oro, ya que en esta edición estaba presente el mejor grupo de saltadores jamás visto hasta esa fecha. En cambio, la mecánica del atleta de Portland resultó ser más efectiva que la del resto de sus adversarios y logró llevarse el oro con una marca de 2,24, aunque lo más importante fue el impacto que generó en la disciplina, algo que no se había visto jamás en el mundo del deporte.
La retirada de Fosbury llegó poco antes de la siguiente cita Olímpica, Múnich 1972, para la que el estadounidense no consiguió la clasificación, lo que le llevó a terminar su carrera a pesar de su juventud. Esto le llevó a desaparecer del atletismo, pero no sin antes ser elegido en 1993 miembro del Salón de la Fama Olímpica de Estados Unidos.
Además, su huella ha seguido muy presente en todos los Juegos Olímpicos, empezando por los de Múnich, donde 28 de los 40 participantes emplearon el «Fosbury Flop», una técnica que en estos momentos sigue siendo la más utilizada por la mayoría de los atletas y con la que el cubano Javier Sotomayor logró en 1993 volar hasta los 2,45 metros de altura logrando un récord mundial que todavía hoy en día se mantiene.
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