Carlos
Sainz no pudo ni quiso ocultar la alegría que le proporcionó
ganar su primera carrera en la Fórmula 1. Al fin consiguió el triunfo tan preciado, ese que soñó desde niño y por el que un día, hace ya siete años, entró en la F1.
Sainz, nada más bajarse de su Ferrari, tuvo claro lo que tenía que hacer. Con la inmensa felicidad de ganar en el histórico circuito de Silverstone aparcó su monoplaza, lo celebró con efusividad y cogió una bandera de España. No era una cualquiera, tenía mucha historia detrás.
Y es que Carlos Sainz agarró la enseña nacional -de la que no se separó ya en ningún momento- como quien agarra un tesoro. Tenía mucho valor simbólico, ya que fue la bandera que acompañó a su padre durante su carrera como corredor de rallies.
Carlos Sainz padre llevó esa bandera de España en todas sus carreras. Cada vez que subía a un podio la sacaba, orgulloso de su país. Se la había entregado antes Juanjo Lacalle, mánager del 'Matador'. Él, una vez que se retiró el mayor de los Sainz, la guardó, esperando que su heredero la utilizara.
La bandera de España representa mucho para los Sainz y sirve también del cambio de uno a otro, de la entrega del testigo del padre al hijo.
Carlos Sainz, que tiene ya 27 años y cumple en este 2022 siete temporadas en la Fórmula 1, siempre llevó esa bandera a todas las carreras. La cogió en los 11 podios anteriores que había conseguido, pero ahora tenía más sentido que nunca. Relució más con esta histórica primera victoria justo cuando cumplía 150 carreras en la categoría reina del automovilismo.