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Fernando Alonso, en el Gran Premio de Canadá

Fernando Alonso, en el Gran Premio de CanadáAFP

Alonso debe decidir si continuará en la Fórmula 1 después del 2026

A punto de cumplir 44 años, Fernando Alonso sigue compitiendo con la pasión de un debutante en la Fórmula 1. Como el piloto más veterano de la parrilla, con 22 temporadas en la élite, el asturiano ha mantenido su fuego competitivo intacto. Su vínculo con Aston Martin, que expira en 2026, lo impulsa a soñar con un coche revolucionario diseñado por Adrian Newey, capaz de devolverlo a la lucha por los primeros puestos.

El AMR25 de este año, poco prometedor desde el arranque, ha confirmado las palabras de Alonso, quien ha calificado este curso como transitorio. Tras un inicio desalentador, con ocho carreras sin sumar puntos, el ovetense ha revertido la situación, cosechando 16 puntos desde Montmeló. Ubicado 14º en la general, su constancia refleja su habilidad para exprimir un monoplaza limitado, mientras espera un 2026 que podría marcar un punto de inflexión en su trayectoria.

Junto a Lance Stroll, 12º con 20 puntos, Aston Martin iguala a Racing Bulls como séptimo equipo con 36 unidades. Sin embargo, los podios son un objetivo lejano: Alonso acumula 34 grandes premios sin terminar en el top 5, desde Arabia Saudí 2024. La falta de competitividad del AMR25 ha frustrado al bicampeón, cuyas 32 victorias en F1 permanecen estáticas. Su mirada está puesta en el cambio normativo de 2026 para volver a brillar.

La llegada de Newey al equipo verde despierta esperanzas de un AMR26 competitivo, especialmente con la nueva asociación con Honda. Alonso, consciente de que el tiempo apremia, ha confesado en Jugones que decidirá su futuro «el verano que viene o incluso antes». A sus 46 años en 2027, continuar pilotando será una decisión trascendental. Un monoplaza capaz de pelear con los líderes podría prolongar su legendaria carrera en la categoría reina.

La ilusión por el futuro

El ovetense no oculta la realidad de un 2025 complicado, pero su ambición permanece intacta. Ha sabido adaptarse a las adversidades, transformando un inicio desastroso en resultados dignos. La ilusión de competir en 2026, con un coche diseñado por el gurú de la aerodinámica, lo mantiene en la brecha. Alonso, forjado en la lucha, no contempla aún el retiro, apostando por un proyecto que le permita despedirse en lo más alto.

La trayectoria de El Nano, marcada por su tenacidad, lo convierte en un símbolo de resistencia. Aunque los podios parecen inalcanzables hoy, su fe en Newey y en el cambio normativo lo impulsa a seguir. Si el AMR26 responde, el asturiano podría añadir un capítulo glorioso a su historia. Mientras tanto, su compromiso con Aston Martin y su pasión por la F1 lo mantienen como un referente, desafiando el paso del tiempo con cada curva.

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