El día que Fernando Alonso hizo historia y ganó su primer Mundial de F1 con 24 años

El 25 de septiembre de 2005, Fernando Alonso se proclamó por primera vez campeón del mundo de F1 y puso fin a la tiranía de Michael Schumacher, que había ganado los cuatro últimos de forma seguida, en la máxima categoría del automovilismo mundial.

Fue un día histórico para el piloto asturiano y el circuito de Interlagos (Brasil) fue testigo de su primera coronación en la F1 después de acabar en tercera posición y sentenciar un Mundial que tenía prácticamente encarrilado en una temporada repleta de momentos para la historia y que, a día de hoy, siguen siendo recordados con especial cariño por parte de los seguidores del ovetense.

Alonso fue el gran dominador de aquella temporada y le dejó claro a Michael Schumacher, el 'Kaiser', que había venido para quedarse y que no le iba a regalar nada, tal y como quedó demostrado con sus siete victorias y 15 carreras de 19 en el podio, registros a la altura de los más grandes.

Lo vivido en Interlagos fue épico y la reacción del asturiano fue de lo más espontánea. Llegó al parc fermé del circuito brasileño, se subió encima del Renault R25, gritó «toma, toma» y escanció el champán en el podio del circuito ubicado a 21 km de distancia de Sao Paulo, la ciudad más pobladas de Brasil.

El gran valedor de Alonso en Renault fue el mítico Flavio Briatore y el asturiano acabó ese Mundial con 21 puntos de distancia respecto al finés Kimi Raikkonen, por aquel entonces en McLaren, y sacándole 71 a Michael Schumacher, que vio cómo 'Magic' Alonso le destronó como rey de la F1 tras cuatro años de dominio absoluto en Ferrari.

El título dio alas a Alonso y al año siguiente revalidó el título de campeón, algo a la altura de muy pocos pilotos y que puso en valor su habilidad y magia al volante. Lo que vino después ya es de sobra conocido por todos.

Tras esas dos coronas mundiales, el ovetense no acertó con los cambio de escuderías y acumuló más desgracias que alegrías, a excepción de un par de años relativamente positivos como piloto de Ferrari, en los que se quedó cerca de ganar un par de títulos más, cosa que le negó Vettel con ese Red Bull que dominó con puño de hierro la F1. Eso fue lo único bueno, ya que lo vivido en McLaren y Alpine fue un verdadero martirio.

Misma ilusión 20 años después

La película no ha cambiado y Alonso sigue con la misma ilusión que hace dos décadas. «Nunca pensé en estar en la F1 veinte años después de mi primer título. Muchas cosas han cambiado en el deporte. La tecnología, las unidades de potencia, la manera en que corremos, cómo preparamos la carrera, el análisis de los rivales. Está en el ADN de este deporte, todo está dictado por las prestaciones del coche y las reglas, que siempre le van mejor a un equipo o a otro. Pero ahora es todavía más extremo».

El objetivo del asturiano es retirarse de la F1 ganando su tercer título, algo que podría llegar la temporada que viene si Aston Martin le proporciona un coche lo suficientemente competitivo. Eso sería, sin duda alguna, el broche perfecto para una carrera histórica en la máxima categoría del automovilismo mundial.