Ferran Torres celebra el gol del empate del Barcelona ante la mirada de Dembélé
Eintracht 1-1 FC Barcelona
Dembélé le regala el empate a un Barça superado por el Eintracht
La entrada del francés propició una igualdad en el marcador que se alejaba con el paso de los minutos y que incluso pudo superar tras la expulsión de Tuta
Decía Paco Gento que en sus tiempos no sabían nada de sus rivales europeos. Ahora es otra cosa. Perfectamente la contraria, a pesar de los anónimos nombres de un Eintracht del que Xavi Hernández había dicho que era una roca. Quizá también sabía el de Tarrasa que la roca no se lo pensaba como no se lo pensó con dos llegadas de vértigo (desde la roca) en los primeros cinco minutos.
Seguían los alemanes echados hacia delante. Contraataque tras contraataque, como pase tras pase de Dámaso Alonso. Apenas la retenía un poco luego de recuperarla para echarse al monte. Trataba el Barça de marear para romper la manía. Una mezcla de tiquitaca y de empuje. Aubameyang se encontró con el portero Trapp (como antes Ferran), alguien que podía darle sonrisas o lágrimas a Xavi Hernández.
Dominio del Eintracht
Se rompía Piqué, que se presentaba renqueante, y se cariacontecía el entrenador que dijo que Qatar no era una democracia, pero que el sistema funcionaba mejor que en España. Xavi quiere que su sistema funcione tan bien como en su Oriente. En esas está mientras la Liga Europa es la muestra de que de momento no lo ha conseguido. Pero lo intentaba.
Adama es de los que los brazos no se le juntan al cuerpo por el volumen de sus deltoides: una rareza futbolística que sin embargo se estira y avanza sobre el campo con ligereza frente a lo que parece indicar su impresionante complexión. Estaba Adama y estaba Pedri, el niño metapopular que de momento solo corría, mayormente detrás de los de Frankfurt, que seguían lanzándose sobre la portería de Ter Stegen sin mirar atrás. Allí delante a Busquets le señalaban penalti que el VAR anuló.
Gol de Knauff
El VAR y la fuerza mental de una locución escandalizada. Se buscaban posiciones de ataque los locales con gran facilidad, intercambiándose las posiciones sin terminar de romper el esquema con gran mérito. No era el peligro ni el dominio del Barcelona, ni mucho menos, lo que había caracterizado la primera parte.
Lo que vino después fue una versión mejor de la clásica faena damasiana. La pujanza en el quite tuvo su resultado en el segundo o tercer rechace barcelonista, y no habían pasado ni dos minutos cuando Knauff se sacó un disparo que empezó a revolucionarse desde su golpeo para penetrar por la escuadra, muy lejos de Ter Stegen, que en el vuelo vio como el castigo era cierto antes de serlo.
El efecto Dembélé
No podía el Barcelona con un Eintracht vitaminizado. Estaba un poco muerto el equipo culé y por eso Xavi se sacó el Dembélé de la manga. Y el De Jong de la otra por un Gavi que era una bola de pin-ball entre los defensas francforteses. Solo tres minutos después, en la primera jugada del francés, el Barcelona empató. Un efecto matemático la presencia del de Vernon. Era el 1 a 1 pero el despliegue local continuaba.
Nada había cambiado salvo Dembélé, el futbolista que convierte un equipo utilitario en un deportivo. El noveno de la Bundesliga dominaba al segundo de la LaLiga, incluso tras la expulsión de Tuta por doble amarilla. Ahora Dembélé estaba más suelto, más protagonista. Resistió el Eintracht con diez jugadores la ofensiva final de un Barcelona cuyo empate en realidad fue un premio.
Ficha técnica:
Eintracht 1: Trapp; N'Dicka, Hinteregger, Tuta; Kostic, Sow, Jakic (Rode, m. 89), Knauff; Kamada (Touré, m. 81), Lindstrom (Hauge, m. 73); Borré (Ache, m. 89).
FC Barcelona 1: Ter Stegen; Araújo, Piqué (Lenglet, m. 23), García, Alba; Pedri, Busquets, Gavi (De Jong, m. 62); Adama (Dembélé, . 62), Aubameyang, Ferran.
Goles: 1-0 (Knauff, m. 48). 1-1 (Ferran, m. 66).
FC Barcelona 1: Ter Stegen; Araújo, Piqué (Lenglet, m. 23), García, Alba; Pedri, Busquets, Gavi (De Jong, m. 62); Adama (Dembélé, . 62), Aubameyang, Ferran.
Goles: 1-0 (Knauff, m. 48). 1-1 (Ferran, m. 66).
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