
Kylian Mbappé y Vinicius, en el partido ante el Arsenal
El Real Madrid nunca se hunde: «Nos jugamos la Liga y la Copa y luego, en mayo, hablaremos de todo»
La cúpula sabe que debe continuar la renovación del Real Madrid campeón y este verano habrá novedades
Pon nota al Real Madrid: ¿Es un fin de ciclo? ¿De quién es la culpa? ¿Puede ganar aún la Liga o la Copa?
Ningún club es invencible, «todos los equipos pierden, pero cuando el Real Madrid pierde todos son felices, porque es el mejor». Estas palabras de Mourinho definen perfectamente el sentimiento interno de la entidad madridista. La cúpula sabe que todos han fallado este año y que hay que hacer cambios. Se necesitan refuerzos. Los dirigentes analizan que el gran equipo campeón de seis Champions en los últimos once años hay que renovarlo paulatinamente y este verano afrontarán una parte de esa modernización, que continuará en años posteriores.
Por ello, club, cuerpo técnico y futbolistas piensan que las críticas son tan duras como injustas. Saben que los éxitos del Real Madrid han hecho que todo mundo les juzgue únicamente por los resultados. Estos hombres han ganado dos Copas de Europa en los últimos tres años y la derrota frente al Arsenal se ataca exteriormente como si fuera el hundimiento del Titanic. Es producto de la envidia que generan las victorias del Real Madrid, esa felicidad externa del enemigo que cita Mourinho, y en la casa saben que deben asumirlo. Pero la empresa madridista es clara: «Estamos en un proceso de renovación del equipo y volveremos, como siempre. Por de pronto, nos jugamos la Liga y la Copa en tres partidos y eso es ahora lo único que importa».
Se ha perdido y ya está, rematan en el cuartel general de Valdebebas. En un razonamiento profundo se subraya que si el Real Madrid ganara las sesenta Champions el fútbol sería muy aburrido. Suma quince Copas de Europa, duplicando las siete del AC Milan, y ese éxito ya le ha generado la envidia de medio mundo y la admiración del otro medio. A lo largo de la historia ha perdido otras tres finales y ha sido semifinalista, al filo del triunfo, en medio centenar de ediciones. No se puede pedir más, dice la reflexión interna en una visión a largo plazo.
Pero la derrota se aprovecha por los adversarios para hacer tabla rasa. La marca Real Madrid ya ha comprobado que sus seis Champions en once años han suscitado que cuando pierda todo se tratará como un gran fracaso, porque lo normal es que los blancos ganen el título. Han convertido la Copa de Europa en el mundo al revés. Es el precio de la fama y del éxito. Cuando haya derrota la caída será muy dura porque las críticas serán exageradas. En ese momento están en el cuartel general de Valdebebas.
«Es inadmisible que se diga que faltó actitud»
Se ha perdido y los dirigentes saben que han planificado mal la plantilla al no sustituir las bajas de Kroos, Joselu y Nacho, porque el golpe extraordinario de las lesiones de larga duración de Carvajal y Militao agravaron el problema. Y la plaga de bajas constantes sufridas durante la temporada fueron el suplicio para Ancelotti. «Carlo nunca ha podido tener el once que quería, siempre faltaba alguien», advierten desde el cuadro técnico. Empezando por Carvajal y Militao. Es cierto. Y cada semana le faltaban un promedio de cinco futbolistas por partido.
Dicho esto, los directivos de la casa y la plantilla consideran que «es inadmisible escuchar que los jugadores no tuvieron actitud frente al Arsenal». El cuerpo técnico añade que «es inadmisible escuchar que los jugadores no ocurrieron, eso no se puede permitir». Carlo Ancelotti ya adujo que ahora vendrían los palos, «pero lo que no se puede aceptar es que se digan mentiras». Desde la plantilla señalan que «pueden decir que no jugamos bien y que el contrario fue superior, hasta que corrimos como pollos sin cabeza, pero nunca nos podrán achacar que no hubo actitud y que no corrimos. Corrimos más que nunca, pero las cosas no salieron bien y hay que admitir que el rival fue mejor».

Los jugadores del Arsenal celebran su victoria a la finalización del partido
No hay derrotismo ni hundimiento. Arbeloa, hoy entrenador del juvenil A, nos lo explicó muy bien en su retirada del primer equipo: «El Real Madrid es como el Imperio Romano, todo el mundo espera que caiga y nunca cae». Esa frase define lo que es el Real Madrid. El vestuario es claro: «No se ha acabado nada, ahora tenemos tres partidos en siete días en los que nos jugamos la Liga y la Copa».
En plena lluvia de palos por la eliminación europea, el Real Madrid critica con dureza a LaLiga porque está obligado a jugar tres partidos en siete días: el domingo frente al Athletic, el miércoles 23 en Getafe y sólo tres días después la final de Copa frente al Barcelona en Sevilla. La casa blanca no critica solamente el calendario, sino el perjuicio evidente que sufre por las decisiones de Javier Tebas y de la patronal de los clubes al exigirle jugar el miércoles próximo, setenta horas antes de la final de Copa, mientras el Barcelona tendrá cuatro días, 96 horas de descanso, al disputar su jornada el martes 22.
Una etapa de transición
La cúpula del Real Madrid indica que se ha perdido en la Champions y que debe continuar la renovación del equipo campeón que celebró seis Champions en los últimos once años. Se fueron Kroos, Nacho y Joselu. Vinieron Mbappé y Endrick. Ahora habrá que decidir el futuro de Modric y Lucas Vázquez, que terminan un contrato que se ampliará durante quince días, hasta mediados de julio, para disputar el Mundial de Clubes. Vallejo se irá. Llegará Trent Alexander-Arnold como lateral derecho. Se estudia el fichaje de un central y de un centrocampista.
Desde la entidad se señala que se vive una época de transición. «Estamos haciendo un equipo para el futuro». Pero es un plantel que debe ganar cada temporada. El Real Madrid está acostumbrado a realizar renovaciones con títulos. Las últimas dos Champions se consiguieron en la transición de la marcha de Cristiano y Ramos, que dio paso a la confirmación de Vinicius, Rodrygo, Camavinga y Bellingham. Ahora los palos les caen a estos futbolistas que definieron el primer cambio. Eso significa que han ganado Copas de Europa. Es ley de vida. La ley del Real Madrid.
Desde la entidad nos comentan que son los éxitos los que han hecho que cada derrota se convierta en un tsunami externo. En el seno del Real Madrid no se alteran. Saben lo que tienen que hacer. Las derrotas son un acicate para crecer, cambiar, renovar y volver a ganar. En la empresa madridista son prácticos. Ahora todos se centra en Ancelotti y sus jugadores. El objetivo es vencer al Athletic y al Getafe antes de atacar la final copera. Solo se piensa en eso. El trabajo de mejoría de la plantilla vendrá después. «Todo a su tiempo».