Gonzalo García quiere convertirse en el ariete de referencia del Real Madrid
Gonzalo, el zapador del gol que quiere convertirse en el ariete de la próxima década del Real Madrid
El canterano tiene ganada la partida táctica a Rodrygo y Endrick: es el tercer delantero del equipo y será el nueve cuando Xabi juegue con tres puntas
Su enorme sacrificio defensivo permitirá al técnico alinear a tres delanteros en muchos partidos, porque realiza muy bien la primera presión, sobre los defensas, en cuanto los blancos no tienen el balón
Xabi Alonso ha cambiado muchas cosas en el Real Madrid. Y Álvaro Arbeloa también. El primer entrenador ausculta a todos los futbolistas de La Fábrica para seleccionar a los mejores sin valorar jerarquías y con esa visión abierta ha captado a Gonzalo y tiene en la mirilla a Thiago Pitarch, Diego Aguado y Joan Martínez. En el siguiente escalón, el técnico del Castilla ha ascendido a esta nueva responsabilidad con un objetivo muy claro que no todos tuvieron presente: la única razón de existir del filial es formar futbolistas que puedan competir en el primer equipo. Los dos preparadores tiene el batiscafo permanentemente listo para analizar a cualquier chaval y subirlo de escalafón si descubren posibilidades reales de que ese muchacho juegue a otro nivel superior.
Gonzalo García es el mejor ejemplo de esa estirpe. Acaba de firmar como profesional de la plantilla de Alonso por un lustro. Y en la casa blanca subrayan que este guerrero no viene para quedarse en el primer plantel y ya está. No. Esa ha sido solamente la primera meta que se marca todo canterano criado en Valdebebas. Alcanzado el reto, ahora quiere ser el delantero centro del Real Madrid para la próxima década. Como mínimo. Ambición a raudales.
Mucha culpa tiene Xabi en este ascenso meteórico del chico. Pero la primera culpa es de Florentino Pérez, José Ángel Sánchez y sus ayudantes de la dirección deportiva. Les contamos los hechos tal y como fueron.
El nuevo responsable del banquillo madridista llegó de golpe a una institución que conoce bien con la misión inmediata de dirigir al grupo en el Mundial de Clubes. Lo primero que solicitó fue refuerzos en toda la defensa y un delantero centro. Sabía el vasco que Trent estaba fichado y que se negociaba la rauda incorporación de Huijsen. La cúpula de la empresa consiguió que los dos pudieran ser inscritos en el Mundial de Clubes. No pudo hacerlo con Carreras, la tercera adquisición en la retaguardia, que tuvo que esperar al final del torneo de la FIFA para regresar al club en el que estuvo en su etapa de formación. El cuarto jinete, el 'nueve', fue una disquisición interna con un análisis distinto.
Los dirigentes de la entidad argumentaron que contratar un rematador sería muy caro y que Alonso debía probar con lo que había en casa. Con Gonzalo, que había protagonizado 25 dianas con el Castilla y ya había ayudado muy bien al Real Madrid con un golazo en Copa frente al Leganés. Lo mejor es que Xabi demostró apertura de miras al ensayar con el chaval, confiando plenamente en sus facultades. No tenía instaurado mentalmente el 'no' como respuesta anticipada para continuar exigiendo a la empresa la adquisición de un ariete. No. Probó de verdad al madrileño. Y el rendimiento del canterano en Estados Unidos fue colosal. Soberbio. Un estreno internacional insuperable, de ensueño.
Gonzalo lo ha hecho: el que tire la puerta juega, sea quien sea
Gonzalo se ganó la titularidad de Xabi Alonso desde el primer partido en Estados Unidos y se convirtió en el máximo artillero del torneo, con cuatro goles y el premio de la Bota de Oro de la FIFA. El galardón extraordinario para el cuerpo técnico fue la aportación del madrileño al esquema de Alonso, con una labor defensiva sensacional. Este dato fue el broche de este acierto total, primero en su elección y después en su alineación. La disciplina del canterano en el trabajo sin balón se casó con su eficacia en esa misión, de tal manera que se transformó en el primer hombre del sistema que realizaba la presión, desde arriba, sobre los defensas, incansable. Cumplía perfectamente la primera obligación estratégica: el robo de balón debe buscarse desde el área enemiga y no hay nadie mejor que Gonzalo para hacerlo en el Real Madrid.
Sus goles, su participación en la creación de las jugadas de ataque, su asistencia de platino a Güler y su actitud de morder a los centrales hasta desquiciarlos fueron virtudes que explicaron internamente a su nuevo jefe que este chico debía ser titular. Y ahora, ascendido oficialmente como integrante del primer plantel, piensa consolidar esa primacía ganada en el césped norteamericano.
El acierto de alinearle y mantenerle en el once
Así fueron las cosas. La dirección deportiva tuvo el acierto de pedirle a Xabi que ensayara con el chaval en el Mundial. Y el máximo responsable de la plantilla tuvo el acierto de alinearle, de creer en él y sobre todo de un dato muy importante que es fundamental para el éxito de los zagales que vienen desde abajo: el joven delantero sintió que el entrenador confiaba con él. Es imprescindible para que los noveles puedan comerse el mundo.
El joven criado en La Fábrica de Valdebebas, a la que llegó hace una década, ha tocado el cielo y ahora piensa establecerse en él. Ha venido para ser el delantero centro del Real Madrid durante la próxima década. Tiene la misión interna, íntima, de cubrir bien esa posición, ese cometido tan importante en una escuadra como la madridista. Espera confirmar su rendimiento y observar cómo la dirección deportiva no piensa en fichar a nadie porque él, Gonzalo, es el rematador que necesita el entrenador como complemento de Mbappé.
Todos comienzan de cero, pero Gonzalo tiene ventaja
Dice Xabi Alonso que sus veinticinco futbolistas, veintiséis si incluimos al joven Thiago Pitarch, parten de cero para ganarse el puesto esta temporada. El tolosarra subraya que quien rinde juega y no hay preferencias previas. Cierto. Pero Gonzalo ya ganó en el Mundial de Clubes una partida táctica a Rodrygo y al lesionado Endrick. El madrileño es el atacante que mejor ejecuta la labor de presión y robo. Mientras Endrick estaba lesionado, el ariete español se ganaba la admiración de su entrenador.
Rodrygo sí que tuvo su oportunidad con Xabi y la desperdició cuando fue titular con el guipuzcoano en el primer encuentro del Mundial de Clubes. No funcionó. Gonzalo le adelantó a toda velocidad con su gol y su trabajo de destrucción. Desde ese momento el chaval fue letal con sus tantos decisivos y ratificó su potencial al combinar sus goles importantes con ese zafarrancho de combate que agotaba los defensas gracias a sus movimientos constantes por todos los vértices del área contra. Los mareaba. Los enfadaba. De eso se trataba. Tácticamente demostró ser superior a Rodrygo. Y es un 'nueve', un cazador de goles. Rodrygo no es un ariete. Endrick sí lo es. El brasileño asume que tiene un gran rival para lograr un sitio en el once.
Primer suplente con dos puntas y titular con tres
Gonzalo es un futbolista moderno, ideal para el estilo de movimiento continuo que Xabi ejecuta con sus estrategias cambiantes. Ahora mismo es el tercer delantero de la plantilla y, subiendo, tras Mbappé y Vinicius. Si el guipuzcoano juega con dos puntas, Gonzalo será el primer suplente. Y será titular si el técnico elige un ataque con tres hombres, porque su esfuerzo destructivo le convierte verdaderamente en un cuarto mediocampista cuando el Real Madrid no tiene el balón.
El máximo responsable de la plantilla ha dejado claro que necesita un delantero centro clásico en muchos momentos concretos de los partidos. Gonzalo y Endrick son los aspirantes a cubrir ese cometido. Rodrygo no posee esas cualidades, tiene otras, pero no es un artillero. Gonzalo es quien gana esta batalla. Es un zapador del gol.