El Sevilla desnuda el plan Flick, golea al Barcelona y el Real Madrid se marcha líder al parón

Venía el FC Barcelona jugando con fuego y se terminó quemando en Nervión ante un Sevilla que llevaba cinco meses sin ganar en su estadio. No lo pareció en ningún momento porque el Sánchez-Pizjuán fue una caldera de principio a fin y superó por completo al equipo de Hansi Flick, plagado de bajas y sin un plan B con el que sorprender a los hispalenses. Se sabía Matías Almeyda lo que iba a hacer el Barça y barrió a Flick hasta el punto de terminar goleándole por 4-1.

Hay quien podrá decir que el resultado es exagerado porque los dos últimos goles del Sevilla son al final del partido, con el Barça volcado al ataque, pero lo cierto es que el equipo de Nervión tuvo opciones para golear en todo momento. Barrió al vigente campeón que de hecho estuvo metido en el encuentro más tiempo del que merecía. Sin embargo, hubo justicia y se llevó el gato al agua el equipo que más lo buscó.

Para ganar al Barcelona hay que salir con la convicción de que puedes hacerlo y el Sevilla, pese a llevar cinco meses sin festejar un triunfo en el Sánchez-Pizjuán, entró al campo sabiendo bien lo que tenía que hacer para sacar los tres puntos. Ritmo asfixiante desde el primer minuto y aprovechar la defensa tan adelantada del equipo de Hansi Flick. Es decir, que cada balón que recuperaban se transformaba en un balón rápido a la espalda de la zaga.

Lógicamente esto hizo que los delanteros sevillistas cayesen constantemente en fuera de juego. Vargas, Isaac Romero y Alexis Sánchez. Ninguno se libraba, pero aun así incomodaban a Eric García y Ronald Araujo. Tan incómodos estaban que antes de llegar al minuto 10 Romero peleó por un balón imposible con el defensor charrúa y le sacó un penalti que no vio Muñiz Ruiz en directo, pero le avisaron desde el VAR para que lo señalara. Lo convirtió Alexis Sánchez (que lo celebró y cumplió la ley del ex) mientras el Barça protestaba porque la pena máxima es polémica.

El Sevilla quería más

Iba en tromba el Sevilla y quería más y más ante un Barça que estaba noqueado, sin incomodar en absoluto a Vlachodimos. La cosa es que perdonó y perdonó, sobre todo Isaac Romero, que falló dos goles cantados. Aun así, no dejó de insistir y terminó encontrando el premio poco antes de llegar al descanso. Fue, como no, con un balón a la espalda de la defensa azulgrana y un pase de la muerte de Vargas que únicamente tuvo que empujar el ariete español. Sin embargo, terminó pagando caro el Sevilla perdonar tanto y en el descuento del primer tiempo Rashford devolvió la esperanza a lo suyos.

Salió el Barça a la segunda parte con otra cara, creyendo en la remontada, como tantas veces hizo la temporada pasada o este curso frente al Levante. Sin embargo, no conseguía inquietar nada a Vlachodimos y Marcao y Azpilicueta contenían los intentos de Lewandowski y un espeso Ferran. Además Flick poco tenía en el banquillo por la plaga de lesiones y no le iba a quedar más remedio que resignarse a encajar la goleada, porque tanto ataque dejó muchos huecos por los que se colaron los hispalenses.

Eso sí, antes Janujaz regaló un penalti a Balde, pero Lewandowski se encargó de indultar al belga, que acaba de entrar en el terreno de juego. Lo echó directamente fuera el polaco, una pena máxima a falta de 15 minutos que habría supuesto el 2-2, y se acabaron las opciones del Barça de no perder el liderato. De hecho, tan superior había sido el Sevilla que terminó goleando al final gracias a los tantos de Carmona y Akor Adams. Fiesta en Nervión y depresión en Can Barça justo antes de irse al parón.