Fundado en 1910

16 de mayo de 2024

La española Garbiñe Muguruza celebra al ganar el torneo de la Akron WTA Finals con su entrenadora, Conchita Martínez

La española Garbiñe Muguruza celebra al ganar el torneo de la Akron WTA Finals con su entrenadora, Conchita MartínezEFE

Así arregló Conchita Martínez la psique de Garbiñe Muguruza

La tenista hispanovenezolana ha ganado su tercer título de la temporada y ha hecho historia tras casi dos años de sequía

Garbiñe Muguruza entró de golpe en los hogares españoles. Se convirtió, de buenas a primeras, gracias a su talento en la nueva cara del tenis femenino en nuestro país. Sus victorias en Roland Garros en 2016 y Wimbledon al año siguiente llenó de ilusión a un país que la la idolatró y la convirtió en un mito. La llegada a número 1 del mundo también hizo lo suyo. Despertó las emociones en un país huérfano desde la retirada de Arantxa Sánchez Vicario o Conchita Martínez. España estaba deseosa de volver a ser referencia en el tenis femenino.
Garbiñe dio rienda suelta a su tenis, ese tenis que le ha permitido convertirse en un martillo para las top 10. Incluso Serena Williams se rindió a la fuerza de Garbiñe. La fortaleza de su servicio y su capacidad de adaptación a todas las superficies han sido siempre sus señas de identidad.
Sin embargo, todo lo conseguido se iba desvaneciendo debido a un inestable carácter que le hacía frustrarse con facilidad. La eliminación en Wimbledon en el año 2018 fue la muestra de que algo iba mal. La sensación de que su arrollador tenis iba por un lado y su mente por otro, y lo peor era que que no se encontraban.

Conchita Martínez, clave en su recuperación

La hispanovenezolana, jugadora tan talentosa como inestable, había caído en un profundo pozo. Durante meses no hubo ni rastro en las pistas de la tenista que había conquistado Roland Garros y Wimbledon. Terminó el año 2019 como número 39 del mundo y con solo un trofeo  para su palmarés, el de Monterrey. Su relación con Sam Sumyk, hasta entonces su entrenador, se complicó hasta el punto de quebrarse por completo. Muguruza recurrió a Conchita, que había cesado su relación profesional con Karolina Pliskova, por entonces número dos del mundo.
Garbiñe y Conchita volvieron a unir sus caminos. Ambas se conocen desde que la jugadora comenzó su preparación en la academia de Sergi Bruguera.
Conchita es una de las culpables del buen rendimiento de Muguruza

Conchita es una de las culpables del buen rendimiento de MuguruzaGTRES

La aragonesa ha incidido durante este tiempo en mejorar la condición psicológica de la tenista, cuya irregularidad era su principal enemiga. Capaz de lo mejor y de lo peor, su juego ahora es más estable y regular. A principios de este año, Conchita se deshizo en halagos hacia su alumna y reconoció el trabajo mental que ambas han estado potenciando: «Intento demostrarle lo que puede hacer para que crea y coja confianza. Poco a poco y sin atajos. Pero ella es una campeona, es muy buena». Cuando se le ha preguntado por Conchita, Muguruza destaca «la buena química existente» desde el primer día que ambas coincidieron.
Un viaje que le ha llevado, de nuevo, a recuperar su mejor tenis y a volver a estar en el foco del aplauso. Derrotó a Paula Badosa y demostró que sigue siendo lo mejor que tenemos en el tenis femenino. Y llegó a la final  disputada en Guadalajara, México y la española no falló en su cita con la historia, venció por 6-4, 7-5 a la estonia Annet Kontaveit y ganó el torneo de maestras de la WTA. Garbiñe Muguruza entró en la historia, superando a Arantxa Sánchez Vicario, al ser la primera española que lo lograba. 
Y cuando se la ve disfrutar sobre la pista , es imposible no pensar en ella como en una ganadora de lo que ella quiera. Esta madrugada, tras su victoria en Dubái y en Chicago, ha conseguido la tercera victoria de la temporada y ha puesto fin a una sequía de dos años sin títulos que se acrecentó por la pandemia. Precisamente aprovechó su victoria en Doha para dedicar el título a su entrenadora, ausente por dar positivo en Covid. 
Tras el torneo disputado, nadie le va a bajar del número 3 del mundo (al comenzarlo era la quinta del mundo). Garbiñe se ha coronado por primera vez como ‘maestra’, tras haber aprendido a gestionar sus emociones. Va, poco a poco, dejando de ser Muguruza para volver a ser 'Garbi'.
Comentarios
tracking