¿Qué es la inflación subyacente y cómo afecta a tu bolsillo?

En los años 70 hubo una crisis energética muy parecida a la que vivimos en pleno 2023. En aquellos años fue Medio Oriente el que puso en vilo a Occidente y acuñó el término ‘petropolítica’ para definir las decisiones que se tomaban al amparo de los países productores de petróleo.

En 1973 los países árabes de la OPEP redujeron el suministro de petróleo en respuesta a la guerra del Yom Kippur. Este conflicto enfrentó a Egipto y a Siria contra Israel por los territorios de los Altos del Golán y el Sinaí. En 1979 fue la revolución iraní la que provocó un segundo impacto en el precio del petróleo.

'Petropolítica'

Desde ese momento la política exterior y económica de todos los países industrializados se alineó con sus proveedores y decidieron salvar otro tipo de diferencias ideológicas con tal de mantener el negocio. El fin de la guerra fría, una década más tarde, reordenaría el orden mundial de enfrentamientos entre países. Los enemigos históricos pasarían a tener conflictos puntuales, pero nunca guerras abiertas como antes.

El caso es que aquella crisis produjo un aumento en el coste de los sectores que dependían del petróleo como el transporte o la industria y, después, de los que dependían de forma indirecta, como la agricultura o el textil.

La inflación subyacente se creó para conocer cómo funcionaban los demás sectores al margen de los conflictos puntuales que alteraban los precios.

La inflación tiene en cuenta la evolución de precios a nivel general. Pero el indicador subyacente no considera para su cálculo la energía (electricidad, gasolina, gas) ni los alimentos no elaborados (frutas, verduras…), pero sí todo lo demás como los procesados, ropa, restaurantes o comunicaciones.

¿Para qué sirve?

La inflación subyacente sirve a muchos países para conocer la evolución de los precios sin tener en cuenta eventos coyunturales como ahora la guerra en Ucrania, la escasez de chips o la pandemia.

Se trata de conocer con precisión los resultados de las políticas económicas que se están tomando por encima de estos sucesos puntuales.

Los expertos apuntan a que aunque la inflación de un país se pueda disparar al 10 %, por ejemplo, por un problema concreto, la subyacente podría ser del 2,5 % algo que demostraría que no hay impacto en la economía.

España

En España, la cifra de la subyacente da síntomas del grave problema de las medidas económicas y de cómo no están siendo bien recibidas por el mercado. La inflación es del 5,9 %, mientras que la subyacente cerró enero en el 7,5 % y como la más elevada desde 1986.

El 1 de enero de 1986 en España se introdujo el IVA como consecuencia a la adhesión a la extinta Comunidad Económica Europea en sustitución de Impuesto sobre el Tráfico de Empresas.