Pedro Sánchez y Yolanda Díaz junto a Nadia Calviño y Teresa Ribera.
Análisis económico
Otro número uno para Sánchez y Díaz: desempleo en mujeres en la Unión Europea
Les recomendaría viajar a Polonia o Alemania para que vean lo que están haciendo allí
A fuerza de ser sincero, hacía tiempo que no miraba la estadística de desempleo femenino en la Unión Europea, pero dado que Eurostat acaba de publicar la situación del mes de enero, con los 27 miembros, le he echado un vistazo y me he encontrado con que somos capaces hasta de ganar a Grecia en paro femenino.
Hay que reconocer que siempre lo hemos hecho mal, pero ahora lo estamos haciendo mucho peor. En enero del 2019 teníamos 7,9 puntos menos que Grecia, que era el peor con diferencia, rondando el 24 % de paro femenino.
En enero del 2020, esta situación se había reducido a 4,9 puntos. En enero del 2021 la diferencia era de 2,1 puntos. En enero del 2022 la diferencia vuelve a subir a 3,2 puntos, pero en enero de este año, por primera vez en muchos años, Grecia nos gana por 0,7 puntos.
¿Qué está haciendo Grecia para poco a poco y en 4 años haber reducido el paro femenino en más de 8 puntos? La verdad es que yo no lo sé, y seguro que si se lo pregunto al tándem Pedro Sánchez-Yolanda Díaz seguro que tampoco lo saben.
Y si no lo saben, es porque no quieren.
Desde aquí le recomiendo a Yolanda Díaz que coja un avión de esos que tanto le gustan, los Falcon del ejército español, y que deje de visitar al Papa, a Lula, a Cristina Fernández «condenada» Kirchner y que se vaya a ver los países que están aplicando medidas para conseguir reducir el paro femenino.
Es absolutamente increíble que un país como Grecia, con todos los problemas que tiene todavía derivados de la intervención, haya sido capaz de reducir 8 puntos en 4 años.
Si en España se hubiese puesto en marcha un plan para apoyar más a las mujeres a encontrar trabajo, a capacitarlas para entrar en el mundo laboral con la misma formación que el hombre en lugar de despilfarrar el dinero en construir leyes que solo sirven para sacar a la calle a violadores y pederastas, seguro que hoy habríamos reducido el paro femenino.
Pero prefieren hablar y parlotear que trabajar. Es siempre mejor, y más fácil, criticar a los demás que aportar ideas para resolver problemas. Es más fácil convertirte en parlanchina que buscar soluciones que sirvan para mejorar la calidad de vida del colectivo.
Y los resultados que se obtienen por no hacer bien el trabajo son tan claros como los que nos cuentan los números:
En la Unión Europea el paro femenino, a 31 de enero de 2023, es del 6,4 %, y en la Zona euro es del 7,1 %; es decir: menos de la mitad del paro que tenemos en España.
Vemos que por encima de la media de la Unión Europea hay en total 9 países, tres que son España, con el peor resultado (14,6 %) de paro femenino; Italia, con un 9,5 %, y Francia, que con un 6,8 % está casi en la media.
Los otros tres grandes de la Unión Europea son Países Bajos, con un paro de 3,9 %; Alemania, con un 2,9 %, y Polonia, con un 2,7 %.
Tanto Países Bajos como Alemania y Polonia con ese paro femenino se puede perfectamente decir que están en pleno empleo, y que el paro existente es estructural y prácticamente imposible de corregir.
Otro de los viajes que le recomendaría a la ministra y al presidente para aprender de lo que están haciendo es Polonia, que ha recogido a 4 millones de ucranianos, la mayoría mujeres y niños, y a pesar de ello consiguen el pleno empleo en el colectivo femenino.
Alemania sería también un viaje por realizar para que la ministra vea cuáles son las políticas que tiene puestas en marcha para conseguir un nivel de empleo tan espectacular.
Lo fácil es hacer lo que está haciendo la ministra: NADA.
Este Gobierno vive en el mundo fantástico de Alicia en el país de las maravillas, y se cree que solo por decir y hablar de un tema este se arregla. Llegan a creerse tan a fondo sus mentiras que piensan que son verdades absolutas e irrefutables, y cuando les llevan la contraria, entran, de forma natural, en el insulto y la descalificación.
Pero como ya he dicho otras muchas veces, la realidad es tozuda y los números nunca mienten. Mienten, si acaso, quienes los hacen, pero los números son los que son.
Y a pesar de los fijos discontinuos, que tergiversan la realidad, los números presentados por España a Eurostat nos colocan como el país de más paro femenino, y esto se lo debemos clarísimamente a nuestro insigne presidente del Gobierno y a nuestra ministra de Trabajo.
Y estoy seguro de que, si les preguntas, te van a decir que la culpa la tienen los empresarios.
Pero no es así: la tienen los que llevan 5 años gobernando y no han hecho nada por resolver estos problemas. Bueno, sí han hecho algo: empeorar la situación.
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