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José María Rotellar

La industria y los servicios se desaceleran

En cuanto al sector servicios, su indicador de actividad también nos muestra la desaceleración que existe en el principal sector de la economía

La economía va desacelerándose, pese a las ingentes cantidades de gasto público movilizadas para mantener a la economía a flote en el corto plazo a costa de perjudicar a su estructura económica. Eso es lo que se desprende de los últimos datos de los dos sectores más importantes de la economía: la industria y los servicios.

Así, al analizar las cifras de negocios de la industria y el indicador de actividad del sector servicios, podemos ver su deterioro.

Cifras de negocio de la industria

En variación interanual, se da una fuerte bajada de la cifra de negocios de la industria. En España presenta una variación del -7,0 %, veinte puntos peor que en el mismo período del año pasado, con bajada en casi todas las CCAA.

Por su parte, en el acumulado del año también retrocede, y lo hace un 0,1 % interanual, mientras que en el mismo período del año anterior, crecía un 0,4 %. Este peor comportamiento se ve en la variación mensual, donde cae de manera fuerte, al hacerlo un 7,5 %, todavía más intensa que la caída interanual.

Cifras negocio de la industria abril 2025

Cifras negocio de la industria abril 2025El Debate

En cuanto al sector servicios, su indicador de actividad también nos muestra la desaceleración que existe en el principal sector de la economía. Así, España presenta una tasa interanual del 1,7 %, una desaceleración de 7,2 puntos respecto al mismo período del año pasado. Hay caída mensual del 0,4 %, junto con una desaceleración respecto al acumulado del año.

Indicador actividad sector servicios

Indicador actividad sector serviciosEl Debate

Por tanto, una vez más se constata que la economía se mantiene sostenida en el corto plazo debido al importante gasto público desplegado, al incremento de la inflación, que eleva artificialmente el nivel del PIB nominal, al aumento de población, que no va ligado con el mismo aumento de actividad, a las revisiones extraordinarias del PIB y a un mercado de trabajo inestable, por más que normativamente se haya obligado a llamar indefinido a lo que sigue siendo temporal.

Con todo ello, la estructura económica española se va deteriorando, con más déficit, que estructuralmente se eleva a cuatro puntos del PIB; con una deuda creciente, que va camino de los 1,7 billones de euros; con una inversión que está desincentivada, con problemas para atraer inversión extranjera; con unos precios que no terminan de dominarse, pues hay varios meses de repuntes en tasa intermensual; con una productividad a la baja y con una composición del crecimiento económico, insana, que hace que seamos más pobres, como veíamos en un artículo reciente.

La industria y los servicios son los principales sectores de la economía y muestran su debilitamiento en los últimos datos publicados, que parecen reflejar el gran problema que tiene la economía española al haberla anestesiado con el gasto público y no haberse realizado ninguna reforma que permita a la economía crecer por sí misma.

Esa es la realidad de la economía, pese al argumentario oficial del Gobierno: más déficit, más deuda, peor estructura económica y, por supuesto, más impuestos que asfixian a todos los contribuyentes, junto con una creciente inseguridad jurídica, que será el triste legado económico de Sánchez, que en el medio plazo no podrá ocultar el daño que habrá causado a la estructura económica con tal de mantenerla artificialmente en el corto plazo.

José María Rotellar es profesor de Economía y director del Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria.

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