Pedro Sánchez, durante la presentación el informe periódico de rendición de cuentas ‘Cumpliendo’.
Sánchez vuelve a presentar una medida populista sin explicar cuánto costará al Estado
El Gobierno fija precio y fecha del billete nacional de transporte sin presentar memoria económica, detallar el impacto presupuestario o el reparto de costes
El presidente, Pedro Sánchez, ha puesto precio y fecha al último de sus ‘caramelitos’ electorales de última hora: el abono único de transporte para toda España. Lo que no ha explicado es cuánto costará la medida a las arcas públicas, cómo se financiará y solo ha concretado que apenas se beneficiarán dos millones de personas, apenas el 4 % de la población. El anuncio llega sin memoria económica previa y antes de que el proyecto haya pasado por el Congreso.
Durante su comparecencia para hacer balance del año, Sánchez ha anunciado la entrada en vigor, a partir de la segunda quincena de enero, de un abono único de transporte con una tarifa plana de 60 euros mensuales –30 euros para menores de 26 años– que permitirá viajar sin límite en trenes de cercanías, media distancia y autobuses estatales. Y lo hace, una vez más, sin presentar una sola estimación de costes ni una memoria económica que detalle su impacto presupuestario.
Los expertos consultados explican que el Ejecutivo puede legalmente anunciar una iniciativa de este tipo, pero «no es lógico hacerlo sin acompañarla de una relación de costes ni del encaje competencial». En cualquier caso, recuerdan, el decreto deberá ser convalidado por el Congreso y no puede invadir competencias autonómicas en materia de transporte.
El propio Gobierno calcula que el nuevo abono beneficiará a unos dos millones de personas, alrededor del 4 % de la población. El alcance real del billete queda limitado a los servicios de titularidad estatal y deja fuera tanto la alta velocidad como los transportes autonómicos y municipales, salvo que comunidades y ayuntamientos decidan adherirse voluntariamente al sistema. El Ejecutivo, de hecho, ha hecho un llamamiento a las administraciones territoriales para que se sumen al proyecto, aunque sin concretar ni los incentivos económicos ni el reparto de costes que implicaría esa integración.
La Comunidad de Madrid ha sido la primera en reaccionar y ha calificado el anuncio de «improvisado» y de «invasión competencial». Desde el Ejecutivo autonómico recuerdan que los jóvenes madrileños ya disponen de una tarifa plana de 20 euros mensuales para todo el transporte regional, frente a los 30 euros anunciados por el Gobierno central.
«Sánchez vende como medida estrella un abono que es un 50 % más caro de lo que ya disfrutan nuestros jóvenes», señalan fuentes del Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso, que advierten además de que la propuesta podría suponer una subida de precios en Madrid. La Comunidad critica que no se haya explicado cómo se integrarán los distintos sistemas autonómicos y locales ni quién asumirá los costes de adaptación tecnológica.
950.000 euros para su desarrollo
A comienzos de año, el Ministerio de Transportes reveló que había encargado a Ineco el desarrollo técnico del billete único con un presupuesto de 950.000 euros. Aquella nota señalaba que el encargo incluía la definición operativa, jurídica y tecnológica del sistema, así como la fijación de un precio, pero no detallaba el coste total que tendría su implantación para el Estado.
Once meses después, el Gobierno ha anunciado el precio final del abono y su fecha de entrada en vigor, pero sigue sin aclarar cuánto costará financiarlo, cómo se compensará a los operadores o qué impacto tendrá sobre los actuales descuentos al transporte, que también se han prorrogado para 2026 sin más explicación.
No es la primera vez que ocurre. Varias leyes han salido adelante sin una relación clara de costes. Fue el caso del incremento de gasto en Defensa, la creación de una Agencia de Salud Pública o Ley de Acompañamiento. Claro que para un Ejecutivo acostumbrado a gobernar sin presupuestos, con el anuncio es suficiente.