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26 de abril de 2024

La educación en la encrucijadaIsmael Sanz

La tasa de abandono no disminuye por primera vez desde 2008

Este aumento se ha debido a que los jóvenes que no han finalizado Bachillerato, FP Media o FP Básica, han dejado los estudios

Actualizada 04:30

El Ministerio de Educación y Formación Profesional publicó este viernes 27 de enero los datos de la tasa de abandono temprano en España en 2022. Es una información que proviene de la Encuesta de Población Activa (EPA). En concreto, es la media de los 4 trimestres de 2022 del porcentaje de población entre 18-24 años que no ha finalizado Bachillerato, FP Media o FP Básica y, que, no habiendo titulado en estos tres niveles educativos, no ha realizado un curso de formación en las últimas cuatro semanas. Los datos oficiales del Ministerio de Educación y FP muestran que la tasa de abandono en España ha repuntado del 13,3 % de 2021 al 13,9 % en 2022. Es la primera vez que esta tasa aumenta después de 13 años consecutivos bajando desde el 31,7 % de 2008 hasta el 13,3 % de 2021. Fue el dato del tercer trimestre de 2022 el que supuso un incremento muy importante en la tasa de abandono en España, una desviación que el 4º trimestre de 2022 no ha logrado corregir. Hasta entonces, los dos primeros trimestres de 2022 apuntaban a que la disminución del abandono continuaría su senda.
El aumento del abandono se ha debido más a que los jóvenes que no han finalizado Bachillerato, FP Media o FP Básica, han dejado los estudios. Serán jóvenes a los que no será fácil convencer para volver al sistema educativo. La población 18-24 con estudios medios finalizados se mantiene estable entre el 2021 y 2022 (del 74,0 % al 74,1 %). Además, el aumento de la tasa de abandono se ha concentrado en las mujeres (con un incremento desde el 9,7 % de 2021 al 11,2 % de 2022) mientras que disminuía en 0,2 puntos en los hombres (desde el 16,7 % al 16,5 %).
Se ha argumentado que un aumento de 0,6 puntos porcentuales no es significativo. Y es verdad que el dato de 2022 podría ser una corrección de la gran disminución que se produjo entre 2020 y 2021, cuando bajó desde el 16,0 % al 13,3 %. Pero lo que sí se puede decir es que la tasa de abandono educativa en España ha dejado de disminuir en 2022. Una ruptura en la lucha contra el abandono cuando España era ya en 2021 el segundo país de la UE con más jóvenes que no continúan sus estudios, tan solo mejor que Rumanía (15,3 %) y peor que el antepenúltimo (Italia, 12,7 %). La media de la UE-27 en 2021 (aún no se conoce el dato de 2022) fue del 9,7 %. Más aún, la tasa de abandono del 13,9 % en España en 2022 nos aleja del objetivo de la UE en Educación y Formación (Education and Training Monitor Report de la UE) para 2030 de situarse en el 9 %. La mejor situación del mercado de trabajo en 2022 con respecto a 2020 y 2021 ha podido ser un factor que ha influido en la ruptura de la senda bajista del abandono educativa en España, al aumentar el coste de oportunidad de estudiar.
Otro factor relevante que se desprende de los datos publicados por el Ministerio es que aumentan las disparidades en el nivel educativo entre los jóvenes españoles. Al mismo tiempo que aumenta el abandono educativo en nuestro país, se incrementa también la proporción de jóvenes españoles de 25-34 años con estudios superiores finalizados (del 48,7 % de 2021 al 50,5 % de 2022, confirmando que España en uno de los países lideres en formación terciaria). Es decir, los datos de 2022 muestran que tenemos más jóvenes con baja y alta formación y menos, por lo tanto, con formación media. No se trata de que haya un exceso de jóvenes con estudios superiores (que no es verdad), pero sí de que a España le faltan jóvenes con formación media (con hasta Bachillerato o FP Media).
Abandono de la educación por año

Abandono de la educación por año

Pero aún más importante es el hecho de que la resistencia a bajar el abandono desde este umbral del rango del 13-14 % va a requerir nuevas medidas educativas. Con la pandemia, los indicadores educativos de promociones mejoraron mucho y esa inercia inicial se ha perdido. Ha podido haber cierta complacencia con los buenos datos de abandono de años anteriores y los buenos datos de aprobados en la pandemia y meses posteriores. Ha faltado crear una potente oferta educativa para evitar que estudiantes que, si no hubiera sido por la pandemia habrían dejado los estudios, abandonarán un poco más tarde. Y ha habido algo de complacencia también con los buenos datos de FP, pensando que esa buena racha iba a seguir en el tiempo. Es posible que los jóvenes a los que en mayor medida les afecta la tasa de abandono sean ya de colectivos de características singulares a los que sea más difícil llegar y a los que habrá que ayudar con medidas muy bien dirigidas, bien analizadas y evaluadas de forma constante. Algunas de estas medidas pueden ser las de las tutorías en pequeños grupos, potenciar la FP Media en ciclos con inserción laboral, o de la que tengan tutores y profesores y profesoras de sus propios colectivos, un factor que varios estudios de investigación muestran que reduce el abandono. Veremos en los próximos trimestres, con los datos de la EPA, si la tasa de abandono ha encontrado un umbral a partir del cuál, la inercia del mayor nivel socio-económico y educativo de las madres y padres y de la trayectoria de los 13 años anteriores no va a ser suficiente para continuar bajando la proporción de jóvenes que dejan los estudios tempranamente.
  • Ismael Sanz, es profesor de Economía Aplicada en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) y Visiting Senior Fellow de London School of Economics
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