Un libro de texto plagado de desdoblamientos y al que un docente de un instituto de Valladolid decidió plantarle cara. Este profesor sufrió la presión de otros compañeros, así como de sindicatos y padres de familia,
por instar a sus alumnos a tachar las incorrecciones que, a su juicio, había en el manual de la asignatura de
Geografía de 3º de la ESO.
Unos padres descontentos con la actuación del profesor hicieron una fotografía a una de las páginas ‘retocadas’ a lápiz en clase y la filtraron a la Cadena SER. En la imagen se observan tachaduras a palabras como diputadas, presidenta, juezas y magistradas, al entender que el masculino genérico ya las incluye. También hay otras atinadas correcciones, como poner la mayúscula a Gobierno y Corona, que el libro de texto no contemplaba.
Presión asfixiante
J.P.S., las siglas a las que responde este profesor del instituto Las Salinas en Laguna de Duero, ha sufrido una presión asfixiante desde que trascendieron sus correcciones en el libro de texto de los alumnos.
Otros profesores, sindicatos y asociaciones de padres se le lanzaron al cuello en cuanto tuvieron constancia de lo que sucede en sus clases.
El sindicato de enseñanzas
Stecyl intervino para condenar lo ocurrido, pese a que el profesor,
según la RAE, estaba en lo correcto: «El uso del lenguaje inclusivo es fundamental para seguir avanzando en la igualdad entre hombres y mujeres».
Alguna universidad abre los ojos
La polémica con este docente ha surgido en un contexto donde los defensores del lenguaje inclusivo en la educación han recibido un duro revés, pese al terreno que llevan ganado.
La dirección de la Universidad de Barcelona (UB) también ha decidido dar marcha atrás con el manido desdoblamiento de género para no generar «ni ambigüedades ni imprecisiones» en sus comunicados, pero los colectivos feministas del centro lo han rechazado.
La institución ha firmado una instrucción para que se adopte el masculino genérico en todas las disposiciones normativas de la entidad, al entender que este no es excluyente.