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20 de abril de 2024

Ilustración Pedro Sánchez

Ilustración Pedro SánchezPaula Andrade

«El Gobierno de la gente»

Sánchez se arrepiente y convierte sus «actos con la gente» en encuentros a puerta cerrada con su militancia

El presidente del Gobierno ha celebrado solo dos encuentros: Sevilla y Toledo. En ambos, fue abucheado. Ahora el PSOE se abre a cambios de formato

Si el plan no funciona, hay que cambiarlo. Así pensó el equipo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al ver que su gira «con la gente» podía convertirse en continuos titulares sobre los abucheos y silbidos al líder socialista. Por ello, sus encuentros se convertirán en actos cerrados al público general en el que únicamente tendrán cabida los militantes de la formación.
El pasado mes de agosto, la ejecutiva del PSOE aprobó una campaña titulada «El Gobierno de la gente» cuyo objetivo era llegar a «todos los rincones de España» para explicar las acciones llevadas a cabo por el ala socialista del Ejecutivo. El plan era la celebración de 30 actos que recordasen a la gira que Sánchez puso en marcha en 2017 tras haber sido defenestrado. Por aquel entonces, el ahora presidente viajaba en su Peugeot 407 y el Falcon era aún un sueño del futuro.
Ya como presidente, y al observar la tendencia ascendente del Partido Popular en las encuestas, Sánchez decidió liarse la manta a la cabeza y dar comienzo a su gira. La primera parada fue Sevilla y el resultado no era el esperado. Fue a comienzos de septiembre, concretamente en el barrio de Pino Montano, donde fue recibido con pitos y abucheos. Una primera toma de contacto que presagiaba lo que ocurriría de manera recurrente. «Menos mal que estamos los socialistas gobernando en esta legislatura», presumió el presidente, que intentó hacer oídos sordos a las críticas de los ciudadanos que se acercaron a mostrarle su parecer. Famosa se hizo la pancarta en la que podía leerse «Que te vote Txapote».
El segundo acto llegó unos días más tarde en Toledo. Al menos, esa era la idea. El presidente canceló el encuentro por «motivos de agenda» y tuvo que reprogramarlo. No corrió mucha más suerte en la nueva fecha donde volvieron a escucharse gritos de «¡Gobierno, dimisión!».
Ante esta situación, el equipo de Sánchez ha decidido cambiar su estrategia. «No es que vayan a cambiar demasiado pero no nos merece la pena que los titulares vayan siempre hacia la reacción de algunos en la calle», comentan fuentes socialistas a El Debate intentado justificar el blindaje que el PSOE quiere para el resto de los actos.
Desde el equipo del presidente apuntan que el formato de los encuentros «son de modelo flexible» y, por lo tanto, se permiten la posibilidad de ir modificándolo según las necesidades del momento o, incluso, el lugar. De hecho, dentro de esa campaña que en un principio estaba complemente estructurada en 30 actos, ahora ya se empiezan a incluir actos como el que se celebró en Zaragoza a mitades de septiembre, lo que en realidad fue un mitin clásico, enmarcado dentro del Consejo Político Federal del PSOE, en el que Sánchez aprovechó para anunciar una partida de 172 millones de euros para la mejora de la atención primaria. También contarán dentro de esta campaña las reuniones a puerta cerrada con colectivos.
El líder socialista ha descartado la idea que aireó el partido en un principio donde apuntaban a encuentros abiertos en los que pudiese intercambiar opiniones con los españoles. Ese 'echarse a la calle' ha quedado ahora a un lado para sustituirlo por mítines a puerta cerrada donde se evite la ya recurrente imagen del hartazgo traducido en abucheos hacia el presidente.

Un plan con precedentes

Entre mitin y mitin, el líder socialista decidió celebrar un «formato inédito». El presidente del Gobierno invitó a 50 personas para que expusiesen sus «inquietudes y propuestas al presidente de forma directa y pública», un encuentro emitido en directo en el que no había lugar para el error.
Para evitarlo, el medio centenar de personas no fueron seleccionadas de manera aleatoria. Su participación fue exhaustivamente supervisada por el gabinete de Presidencia, que tuvo a bien invitar a personas vinculadas de manera directa con el partido. Así fue el acaso de la teniente de alcalde de Rubí, Marta García, municipio gobernado por el PSOE. También fue seleccionado uno de los candidatos a liderar la secretaria general del PSM, Eduardo Ranz.
El acto se convirtió en una retahíla de alabanzas al Ejecutivo y una conferencia de los ideales marcados por el mismo. El «formato inédito» terminó siendo una jornada más de propaganda.

Los paseos de Feijóo

En el punto contrario, y de manera estratégica, se encuentra Alberto Núñez Feijóo. El presidente del Partido Popular pretende basar sus próximos meses en encuentros cara a cara con los españoles. La situación de ambos es muy distinta: mientras Sánchez habita en la Moncloa y no pasa por su mejor momento político, Feijóo ha encontrado el apoyo de la calle.
Por este motivo, y tal y como informó este medio, la intención del líder de la oposición es vencer al presidente atacando su punto más débil. «Nos funciona muy bien. Simplemente por comparativa, se observa que cada vez que Sánchez sale a la calle, los ciudadanos le abuchean. A Feijóo no le ocurre eso», detallan fuentes del equipo de Feijóo.
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