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09 de mayo de 2024

Alberto Núñez Feijóo, este martes en Ciudad Real

Alberto Núñez Feijóo, este martes en Ciudad RealEFE

El día después

La victoria de Feijóo en el debate instala la euforia al PP y el derrotismo en el PSOE

La imagen de Feijóo dándose un doble baño de masas en Ciudad Real y Cádiz contrastó con la de un presidente que, desde Lituania, no hizo más que quejarse de la «montaña de mentiras» de su rival

Este martes, a las 11.30, Alberto Núñez Feijóo tenía un mitin en los Jardines del Prado de Ciudad Real, en la única comunidad donde el PSOE ganó por mayoría absoluta el pasado 28 de mayo. Los populares habían previsto 400 asistentes a lo sumo, a pleno sol y en medio de la ola de calor que azota España. Y resultó que acudieron un millar de simpatizantes, eufóricos.
Para el equipo de campaña del PP, ésa fue la mejor prueba de que Feijóo salió victorioso del debate de la noche antes contra Pedro Sánchez. Mientras, desde la cumbre de la OTAN en Lituania, el presidente se quejaba amargamente de la «montaña de mentiras» que vertió el líder del PP.
Como los socialistas fueron incapaces de declarar a Sánchez ganador en el día después, a lo único que se dedicaron fue a quejarse de las malas artes de Feijóo. Y hasta del formato del debate, según ellos ventajoso para el líder popular. José Luis Rodríguez Zapatero incluso pidió que, para el futuro, se reforme ese formato, de manera que cada candidato respete los turnos de intervención de su oponente.
Un miembro del equipo de Feijóo comparaba la imagen de Ciudad Real de este martes con el baño de masas que se dio Mariano Rajoy en el centro de Málaga el día después de participar en el programa En la tuya o en la mía, de Bertín Osborne. Aquello ocurrió en los primeros compases de la campaña de las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015. Una hora y 40 minutos tardó Rajoy en recorrer las calles Larios y Sancha de Lara.
«A la gente le gusta ganar, y el debate ha desatado un estado de euforia», aseguran los populares. No obstante, el propio Feijóo se encargó ayer de mantener los pies en el suelo: «Lo peor es que haya relajación y una euforia irresponsable. No hemos ganado las elecciones. Lo único que hemos ganado es el debate», advirtió a los suyos desde Castilla-La Mancha. Por la tarde dio otro mitin en Cádiz, y allí Juanma Moreno también insistió en que nadie se relaje hasta el 23 de julio, porque «esto no está ganado». «Las elecciones se pierden por exceso de confianza», añadió el presidente andaluz. Aunque también reconoció: «Es verdad que estamos todos muy ilusionados, y yo el primero».
Feijóo y Moreno, este martes por la tarde en Cádiz

Feijóo y Moreno, este martes por la tarde en CádizTarek

En el PP adelantan que, después del debate, van a mantener el rumbo de la campaña. Solo en lo que queda de semana, el candidato del PP visitará aún Murcia, Alicante, Ermua, Burgos, Oviedo, Santander, Logroño, Pamplona, Zaragoza y Guadalajara, a un ritmo de mítines frenético. Por su parte, Sánchez estará el viernes en Lugo, el sábado en Valencia y el domingo en Barcelona.

¿Campaña vista para sentencia?

En Génova 13 intuyen que la campaña está vista para sentencia, mientras los trackings de este miércoles empiezan a arrojar los primeros efectos del debate, que ha cortocircuitado la remontada socialista. «Feijóo no va a cometer errores y Sánchez no tiene margen de maniobra», resumen.
En los días que quedan seguirán insistiendo en la «mayoría suficiente» que necesita el líder del PP para gobernar en solitario. Seguirán apelando a ese voto útil tanto de los potenciales votantes de Vox como de los electores del PSOE menos ideologizados. En ese sentido, Feijóo sostuvo este martes: «Si alguien quiere que gobierne el PP, solo lo garantiza la papeleta del Partido Popular», en clara apelación a los votantes de centro derecha.
Por el contrario, en el PSOE tratan de recalibrar una campaña que ni siquiera ha llegado a su ecuador pero que ya se le está haciendo larga a Sánchez. Larga y corta a la vez. Este martes dio la impresión de que el plan B de los socialistas pasa por dar mayor protagonismo a Yolanda Díaz, para que sea ella quien tire del carro de la izquierda. Por lo pronto, la Moncloa decidió que fuera la vicepresidenta segunda quien compareciera tras el Consejo de Ministros, cuando llevaba desde el 11 de abril sin aparecer en esa sala de prensa. Lo hizo para anunciar la retirada de las medallas al Mérito del Trabajo a Francisco Franco y a varios miembros de su régimen.
Sánchez y Díaz harán pinza contra Santiago Abascal en el debate que los tres celebrarán el 19 de julio en TVE. Eso será lo más parecido a una segunda oportunidad que tendrá el presidente, pero lo malo es que en el estudio no estará Feijóo. El candidato del PP lo tenía decidido y anunciado antes del cara a cara de lunes, y no ha cambiado de opinión. Ayer, en una conversación informal con periodistas en el tren a Ciudad Real, afirmó con ironía que no se va a «aprovechar» de que a Sánchez le haya salido «mal» el debate para hacer otro. «No voy a hacer revanchismo», sostuvo.
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