Momento en el que Marfull detiene las preguntas
Sánchez limita su rueda de prensa a dos turnos de preguntas afines interrumpidas por su jefe de prensa
No es la primera vez que el presidente en funciones concede turno de preguntas únicamente a los medios de comunicación menos críticos con su Gobierno
Sólo dos medios de comunicación han tenido la oportunidad de preguntar a Pedro Sánchez tras la rueda de prensa ofrecida en la que se informaba sobre la reunión mantenida con el Rey Felipe VI. Los elegidos: El País y TVE.
El equipo del presidente en funciones ha vuelto a coartar la libertad de prensa reduciendo al mínimo el turno de preguntas en la Moncloa. En esta ocasión ha sido el jefe de prensa y asesor de Sánchez, Miguel Ángel Marfull, el que ha detenido la ronda con un claro gesto.
No es la primera vez que Sánchez se niega a responder a los periodistas. Esta vez, la ocasión y la brevedad lo hace aún peor. Normalmente se permite una ronda de cuatro medios de comunicación. Este martes únicamente han podido preguntar dos de los medios presentes. La periodista de TVE ha tenido la oportunidad de formular cuatro preguntas seguidas y El País también ha podido hacer sus cuestiones. El resto de periodistas se han quedado con la mano levantada.
Miguel Ángel Marfull, director de Nacional de Moncloa, junto al que fuera director del Gabinete de la Presidencia, Iván Redondo, y el exsecretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver
Sánchez y la libertad de prensa
Uno de los primeros anuncios del Gobierno de Pedro Sánchez durante la pasada legislatura fue la creación de una «estrategia nacional contra la desinformación». Sus palabras marcaron el inicio de un Ejecutivo en el que la obsesión por el control de los medios de comunicación y los intentos de coartar la libertad de información no han cesado.Pero la estrategia de Sánchez es apoyada por otros socialistas. El exsecretario de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales, Rafael Simancas, planteó exigir que los medios de comunicación «no hagan uso de la mentira, el engaño y la manipulación» y que digan claramente por qué partido apuestan. Es decir, colocarse a favor de un partido político. «Si se está apostando cada día en titulares y en editoriales para que le vaya bien al partido político X, legítimamente, ¿por qué no reconocerlo de manera abierta y transparente?», argumentó en un artículo escrito en la revista Temas.
El culmen de su plan fue el Anteproyecto de Ley de Información Clasificada donde se planteaban aspectos que fueron calificados por las asociaciones de periodistas como «una grave vulneración de los derechos de libertad de expresión e información con un texto que supondría establecer la censura».
