Marchena, en uno de los 'grandes momentos' del juicio del 'procés': «Conteste en castellano o asuma las consecuencias»

El pasado jueves 17 de agosto la recién elegida presidenta de la Mesa del Congreso, Francina Armengol, anunció que se permitirá el uso del catalán, el vasco y el gallego en la Cámara Baja.

Esta decisión de la socialista mallorquina –y reivindicación histórica de los partidos nacionalistas– causó revuelo en la sociedad, al tratarse de lenguas cooficiales que no controlan con soltura la mayoría de los miembros del Congreso de Diputados.

Esta cesión del PSOE a los partidos nacionalistas contrasta drásticamente con la postura que mantuvo el juez Marchena durante los juicios del procés. Durante la cuadragésimo cuarta jornada de juicio del 1-O, el presidente del tribunal Manuel Marchena reprendió de forma contundente al abogado de Manresa Lluís Matamala.

La defensa sostuvo durante el juicio que había pedido «por escrito poder hablar y contestar en catalán». El juez Marchena, tras preguntarle al abogado en cuestión si era jurista y la consiguiente afirmación del mismo, respondió con la ley en la mano: «Es usted jurista y le supongo conocedor del artículo 231 de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Me remito a sus conocimientos jurídicos».

Tras esta introducción, el presidente del tribunal exigió que se hablase en castellano, lengua común de todos los españoles: «Usted no puede propugnar una interpretación alternativa de ese artículo como hace porque es un tercero [...]. Usted va a contestar en castellano. Si no quiere usted contestar en castellano, esto es muy sencillo, usted se levanta, asume las consecuencias legales de su negativa a contestar y hemos terminado».

El abogado, por su condición de letrado, está obligado a un comportamiento exquisito ante el tribunal, y es exactamente esto lo que el juez Marchena le reprendió.