
El magistrado Santiago Pedraz y abogado Javier Gómez Bermúdez en un restaurante del centro de Madrid este jueves
Investigación
Denuncian por prevaricación al juez Pedraz por sus citas en una terraza con un abogado que lleva casos que él instruye
El sindicato Manos Limpias ha presentado una denuncia por prevaricación contra el magistrado de la Audiencia Nacuonal Santiago Pedraz por sus citas de ocio habituales con el abogado Javier Gómez Bermúdez. Se trata de un letrado que lleva la defensa de clientes imputados en causas que instruye el propio Pedraz. El Debate publicó hace dos semanas que ambos quedaban a tomar el aperitivo de manera asidua en un restaurante ubicado en el centro de Madrid y este jueves, de nuevo, han vuelto a ser fotografiados.
La denuncia, a la que ha tenido acceso este periódico, ha sido interpuesta ante la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. La entidad que dirige Manos Limpias sostiene que Pedraz y Gómez Bermúdez «comparten eventos, tertulias, de manera ostentosa, de forma descarada, flagrante, clamorosa, llamativa y grosera». Para el sindicato este hecho constituye un delito de prevaricación. El Código Penal establece que incurren en él «las autoridades o funcionarios públicos que, a sabiendas de su injusticia, dicten una resolución arbitraria».
Desde el sindicato, afirman que el magistrado «se debería de haber abstenido a tenor de la amistad manifiesta con el abogado de su cliente». Pedraz tiene en su juzgado, al menos, dos casos en los que Gómez Bermúdez representa a alguna de las partes. Por un lado, la trama de hidrocarburos, el fraude millonario del IVA, donde está imputada Carmen Pano, la empresaria que sostiene que llevó 90.000 euros a Ferraz, la sede del PSOE. La empresaria, que intermedió en la compra del chalet de Cádiz que disfrutó el exministro José Luis Ábalos, está siendo defendida por el abogado con el que Pedraz se reúne habitualmente cuando ambos terminan de trabajar.
Otro de los casos donde ambos coinciden es en el procedimiento donde se investiga a Carmelo Ovono Obiang, hijo de Teodoro Obiang, presidente de Guinea Ecuatorial, por secuestro y torturas con finalidad terrorista a cuatro opositores del régimen. Gómez Bermúdez es el abogado del hijo del dirigente africano, al que el juez Pedraz pasó de ordenar su detención a pedir lo contrario en tan sólo dos semanas. Este letrado también defiende a los otros dos imputados prófugos sobre los que pesan órdenes de detención por los mismos hechos: Nicolás Obama Nchama, ministro de Seguridad Nacional, e Isaac Nguema Ondo, director adjunto de Seguridad Presidencial. Es decir, la cúpula de Interior de Guinea Ecuatorial.Piden que sea sancionado
El magistrado, por su parte, ha intentado sin éxito deshacerse del caso en varias ocasiones. De hecho, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional evitó recientemente que cediera la jurisdicción a los tribunales de la antigua colonia española. De la misma manera, este órgano le ordenó incoar sumario, cursar las órdenes de detención internacional y trasladar la información a Interpol. También evocó su conclusión del sumario y le ordenó practicar diligencias, remitir testimonio sobre el blanqueo de capitales que también se investiga, y así sucesivamente con la práctica totalidad de los recursos que se le han planteado.
Adicionalmente, aún cuando los investigados están prófugos, el juez Pedraz permite en ocasiones la participación de Gómez Bermúdez en las actuaciones, lo que ha sido también enmendado por la Sala de lo Penal, que en repetidas ocasiones le ha indicado que el abogado no puede participar sin sus clientes. En febrero del año pasado, familiares de los secuestrados se manifestaron frente a la Audiencia Nacional. Al terminar su jornada, el juez Pedraz salió del despacho y frente a ellos se fue a tomar el aperitivo con el abogado de los tres investigados. Esto motivó que uno de los manifestantes, al presenciar la escena, se le acercara y le dijera: «Esto no es de recibo. ¿Esto qué vergüenza es?».
El Debate publicó hace dos semanas que Pedraz y Gómez Bermúdez toman el aperitivo a diario en una terraza ubicada en el centro de Madrid, muy cerca de la Plaza de Alonso Martínez. Varios juristas de reconocido prestigio señalaron a este periódico tras ver las fotografías de estas citas habituales que estos encuentros constituyen «un evidente conflicto de intereses» al demostrar que hay simpatía entre dos partes cuya relación tiene que ser neutral. Los encuentros se producen de lunes a viernes entre el mediodía y la media tarde. A pesar del revuelo que generó la publicación de esta noticia entre jueces, fiscales y abogados, Pedraz y Gómez Bermúdez han vuelto a ser fotografiados juntos este jueves.
El magistrado llega al encuentro acompañado de dos escoltas de la Policía Nacional y allí ya le espera Gómez Bermúdez, que hace tiempo con una copa de vino, que sale del despacho Ramón y Cajal, donde trabaja. El juez, por su parte, pide cerveza. Ambos comparten mantel durante un intervalo de tiempo que oscila entre las tres y cuatro horas. Al encuentro, dependiendo del día, se suman otras personas de menor relevancia pública. Ahora, después de que El Debate desvela los encuentros, Manos Limpias reclama que se investiguen alegando que «las garantías legales de un juez independiente, de un juez imparcial, son la base para una tutela judicial efectiva y para que un procedimiento penal no se vea contaminado». En la denuncia también se informa que el sindicato ha pedido al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que sancione el juez con una «falta grave» por no haber renunciado al procedimiento a pesar de la cercanía con el abogado.
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