Tres psicólogos analizan el perfil de Sánchez a través de sus mensajes con Ábalos
El psiquiatra y médico forense José Cabrera ha asegurado que «el presidente del Gobierno es un personaje básicamente mediocre», pero que tiene «una personalidad muy fuerte» y «un narcisismo extremo»
Las diferentes conversaciones entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el exministro de Transportes José Luis Ábalos han desvelado que el jefe del Ejecutivo empleó entre 2020 y 2021 los adjetivos «petardos», «hipócritas» e «impresentable» para calificar a diferentes barones socialistas, como el castellanomanchego Emiliano García-Page, al aragonés Javier Lambán o al extremeño Guillermo Fernández Vara.
De igual forma, en noviembre de 2021 el líder del PSOE llamó «pájara» a la ministra de Defensa, Margarita Robles, sobre la que también afirmó en tono sarcástico que «duerme con el uniforme puesto». A la vez, más de cuatro meses después de cesar a Ábalos le dijo, con tono melancólico, al hoy imputado en el Supremo por el caso PSOE que «he echado de menos muchas veces trabajar contigo» y que siempre había valorado su «amistad».
De esta manera, el psiquiatra y médico forense José Cabrera y Forneiro ha relatado en conversación con El Debate que «con este tipo de mensajes lo que podemos dejar debajo de la mesa psiquiátricamente es que el señor presidente del Gobierno es un ser humano, y que, por lo tanto» mantiene «un tono humano e indudablemente despectivo» para «referirse a personas muy cercanas a él». «Tiende a menospreciar a todo aquel que le rodea —sea ministro o no— por su propio afán de notoriedad», ha agregado.
José Cabrera, durante una entrevista
Además, Cabrera ha destacado que «la ironía que emplea Sánchez con su actual ministra de Defensa, amén del desprecio por ella, lo que implica necesariamente es que no la considera, pero es que no la considera a ella como no considera a nadie», ya que «todo gira alrededor de su idea general de que el poder está en un solo punto».
El conocido psiquiatra también ha asegurado que el hecho de que «hable en términos de menosprecio» sobre algunos de sus barones socialistas revela que «no está dispuesto a aceptar ninguna crítica de nadie, y menos aún de los suyos», dado que «el presidente del Gobierno es un personaje básicamente mediocre», pero que tiene «una personalidad muy fuerte» y «un narcisismo extremo», «anómalo y excesivo».
Por su parte, el que fuera primer Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid y uno de los expertos del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, el psicólogo Javier Urra, ha indicado a este periódico que «el presidente escribe a una mano derecha suya, una persona de confianza, que es Ábalos, y por lo tanto cree que esa conversación queda entre los dos». «Esto es muy importante. No se habla igual cuando se cree que la población va a juzgarte que cuando se habla con una persona de tu confianza, ya que se piensa que eso queda entre los dos», ha añadido.
En este contexto, Urra ha apuntado que los mensajes publicados «me parece que son unos wasaps lógicos», y que «tampoco hay unas frases, hasta hoy, aberrantes, enfermizas, obsesivas, paranoicas, psicopáticas o psicóticas». En consecuencia, ha resaltado que «veo unas frases, que cualquier ciudadano que lea el artículo que escribas, si mira su WhatsApp con otra gente dirá 'bueno, yo escribo esto, y a veces cosas que chirrían más'».
Respecto al vicepresidente Pablo Iglesias, al que Sánchez tilda de «maltratador» en los mensajes, el psicólogo experto ha manifestado que «cuando Iglesias dijo de Mariló Montero que la azotaría hasta que sangre» es una afirmación de «una violencia extrema» y «de un machismo extremo».
Helena Trujillo, psicoanalista de la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero, ha aseverado a El Debate que «todos sabemos lo que es la política, los juegos que hay en la política, y que incluso las personas más íntegras terminan abandonando la política, porque la política y la integridad no están muy ligadas, sobre todo en las épocas actuales, donde hay muchos intereses de por medio».
Asimismo, ha dicho que «el perfil que nos ha mostrado Pedro Sánchez, y que además lo ha ido demostrando con el tiempo, resulta hasta interesante porque él parecía de una manera, pero luego pudo conseguir las alianzas y lo necesario para seguir siendo presidente del Gobierno». «Evidentemente hay muchos intereses políticos que buscan menoscabar la imagen pública de un presidente del Gobierno y de un ministro. Pero bueno, hay opiniones a favor y opiniones en contra. Si no, no serían presidente y ministro», ha apostillado.
