El exlíder de Podemos Pablo Iglesias, en una imagen reciente
La mala racha de Pablo Iglesias: de la Complutense al cierre de su taberna y su ocaso político
En las últimas semanas, el exvicepresidente del Gobierno ha encadenado una serie de reveses significativos
Pablo Iglesias, el que fue tildado de «macho alfa» en Podemos, atraviesa uno de los momentos menos relevantes de su trayectoria pública. En las últimas semanas, el exvicepresidente del Gobierno ha encadenado una serie de reveses que lo han alejado de la docencia, los focos de la política y el emprendimiento español.
El pasado 14 de julio, Iglesias anunció en la red social X que, «con casi toda probabilidad», no continuará como profesor asociado en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Según explicó, se presentó a tres plazas de profesor asociado para impartir materias como sistema político español, política comparada, gobernanza global y análisis político, pero el tribunal consideró que otros candidatos tenían mayor experiencia profesional fuera del ámbito académico. «El proceso aún no ha concluido (queda la entrevista), pero los ganadores de las plazas ya están definidos por las puntuaciones», afirmó Iglesias, quien, a pesar de asistir a las entrevistas, reconoció que estas no cambiarán el resultado.
Este revés supone un golpe significativo para Iglesias, quien regresó a la docencia en 2022 tras abandonar la política activa y siempre ha manifestado que ser profesor es su «principal vocación». Durante los últimos tres años, impartió clases en asignaturas como Análisis del Comportamiento Político y Electoral y Teoría y Práctica de las Democracias, destacando la experiencia como «maravillosa» y agradeciendo a estudiantes y colegas. Sin embargo, su salida de la UCM, donde se doctoró y comenzó su carrera académica, marca el fin de una etapa.
A los problemas académicos se suma el cierre de la Taberna Garibaldi, el negocio hostelero que Iglesias abrió en el barrio madrileño de Lavapiés y cuya clausura ha generado especulaciones sobre la viabilidad del proyecto empresarial. El local, que se presentaba como un espacio «antifascista de libertad», de encuentro para la izquierda, cerró sus puertas el pasado 29 de junio, apenas un año y tres meses después de su inauguración. Iglesias dijo entonces que el cierre era temporal, que abrirían de nuevo otra Garibaldi y mejorados, con un espacio «más céntrico y más grande» gracias a los 140.000 euros no de beneficios que obtuvo la antigua taberna, sino los recolectados por los podemitas a través de una campaña de crowdfunding. Un mes después, Iglesias anunciaba cambios: habrá nueva apertura Garibaldi en «semanas», pero el nuevo local no se mudará de barrio. «Se quedará en Lavapiés», contará con «doble aforo y terraza».
En cuanto a su aportación a la política, Iglesias mantiene un perfil bajo desde que abandonó la política activa en mayo de 2021 tras su derrota frente a Isabel Díaz Ayuso en las elecciones autonómicas de Madrid. No obstante, el exlíder de Podemos acude como tertuliano regularmente a un programa matinal de RNE y sigue contando con su propio medio de comunicación, Canal Red, para lanzar el ideario político de su partido con programas como La Base. Es justamente este canal quien se presenta como contrapunto a los últimos reveses vividos por Iglesias. Hace apenas unos días anunciaba que abría nueva delegación en México. ¿El objetivo? Probar suerte al otro lado del charco, luchar contra el «trumpismo mediático», según ellos mismos declararon, y tratar de lograr una relevancia política que en España ya no cala.
Además, Iglesias ha optado por centrarse en proyectos mediáticos y académicos, como el Diploma Superior de Educación Mediática y Comunicación Política del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), en colaboración con Canal Red. Además, ha anunciado un nuevo curso virtual de análisis político y estratégico dirigido a estudiantes y cuadros políticos de España y América Latina, en el que aplicará técnicas de comunicación audiovisual.
Una trayectoria con altibajos
La carrera de Pablo Iglesias ha estado llena de momentos álgidos y polémicas. Desde su irrupción en 2014 como líder de Podemos, pasando por su etapa como vicepresidente segundo del Gobierno entre 2020 y 2021, hasta su retorno a la academia, Iglesias ha sido una figura polarizante. Su salida de la Complutense no es la primera vez que enfrenta dificultades en su carrera académica: en 2022, fue excluido de una plaza en la Facultad de Ciencias Políticas y de otra en Periodismo, lo que él mismo calificó de «extrañísimo e infrecuente».
Pese a los reveses, Iglesias mantiene un tono optimista. En un mensaje en X, afirmó que transformará la «frustración en el motor del entusiasmo» para emprender proyectos más ambiciosos. Sin embargo, la combinación de su salida de la UCM, el cierre de la taberna Garibaldi y su alejamiento de la política activa plantea interrogantes sobre su futuro. ¿Logrará recuperar el protagonismo que una vez tuvo?