Casa Real  Moncloa impone su formato en el Palacio Real y sienta al Rey junto a Sánchez, como si fuera uno más

Tenía que haber sido un acto de celebración -40 años de la adhesión de España a la Unión Europea-, pero el ambiente ha sido de fiesta fracasada, rostros serios, país dividido e invitados enfadados. Hasta las sillas de los 180 invitados al Salón de Columnas del Palacio Real, donde se ha celebrado la ceremonia presidida por el Rey, estaban enfrentadas en dos bloques, dejando un espacio en el centro para las actuaciones musicales, como si fueran lo más importante de la ceremonia.

Lo nunca visto en el Palacio Real. El Rey sentado al lado del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como si fuera uno más. La única diferencia es que a Don Felipe se le ha asignado una butaca, y a los demás sillas, pero sin asignarle el lugar destacado que le corresponde como Rey y Jefe del Estado, algo que se respeta en todas las ceremonias del Palacio Real.

Pero esta vez el acto lo ha organizado Moncloa, que ejerce de casero de la residencia del Rey. Por algo Patrimonio Nacional depende orgánicamente del Ministerio de Presidencia.

A pesar de que todo estaba a gusto del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez ha llegado al Palacio Real con el rostro desencajado de quien ve que ya no puede contener el tsunami de lodo que embadurna a todo su entorno. Y dentro, en el Salón de Columnas ya le esperaban una docena de ministros que han acudido a arroparle tras la forzada dimisión de Santos Cerdán, acorralado por la UCO.

Llamativas ausencias

Pero en el 40 aniversario de la firma del Tratado de Adhesión de España a las Comisiones Europeas han sido más llamativas las ausencias que las presencias. No ha acudido Don Juan Carlos, el Rey que firmó el tratado en 1985; ni Felipe González, el presidente que gobernaba en aquel momento. Tampoco ha acudido la presidenta del Tribunal Supremo y CGPJ, Isabel Perelló; ni el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. No ha ido nadie del Partido Popular, aunque en esta ocasión sí se había invitado al líder de la oposición, y tampoco ha estado la Reina.

El acto ha empezado con una actuación artística, tras la cual Sánchez ha tomado la palabra. El presidente del Gobierno ha aprovechado el aniversario para exhibir grandes logros de estos 40 años y algunos de su gobierno, y llegó a decir que, en este tiempo hemos pasado de ser «una democracia frágil (en 1985) a una democracia plena».

Después ha intervenido el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, y el Rey ha cerrado el acto con su discurso. Don Felipe ha empezado recordando el atentado de ETA que ensangrentó el 12 de junio de 1985, el día que Don Juan Carlos sancionó el Tratado de adhesión de España a la Unión Europa. «Fue una jornada que arrancó con el dolor del terrorismo segando vidas, no podemos olvidarlo».

La advertencia del Rey sobre la UE

El Rey ha recordado también lo que supuso el ingreso en la Unión, aquella sensación compartida por su generación de «estar ante el umbral de algo grande», y ha destacado la fortuna de haber visto «ya hecho realidad» el sueño que varias generaciones de españoles anhelaron cumplir, pero no pudieron ver materializado".

Pero Don Felipe también ha advertido que los que nacieron después también deben involucrarse en el proceso europeo. Los jóvenes «no pueden, no deben dar Europa por asentada ni como algo irreversible», ha afirmado. Y ha llamado a no desandar «un camino que nos ha dado tanto y ha sido el asombro del mundo». «Porque la libertad y la democracia no son conquistas garantizadas; se defienden cada día».

«No permitamos que sean ahora las divisiones y los conflictos los que debiliten precisamente aquello que nació para superarlos y que ha sido la mayor garantía de paz, libertad y prosperidad de nuestra historia. Porque sigue siendo, hoy más que nunca, una necesidad para todos», ha concluido.