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20 de mayo de 2024

El líder de Ciudadanos en Cataluña, Carlos Carrizosa

El líder de Ciudadanos en Cataluña, Carlos Carrizosa

Carlos Carrizosa: «Lo que hizo Puigdemont en Cataluña lo hicieron en el Donbás y propició la intervención de Rusia»

El líder de Ciudadanos en Cataluña cree que la crisis del PP ha puesto de relieve unas estrategias de crecimiento «ajenas a lo que es ganar en buena lid». Presenta a la formación naranja como la «casa común del constitucionalismo» y también denuncia la tibieza del PSC con el castellano en la escuela para «no incomodar a sus socios de gobierno en Madrid».
–La invasión rusa a Ucrania marca la actualidad. Hay que recordar que Puigdemont y el independentismo mantuvieron contactos con Rusia para pedir su apoyo a una posible independencia de Cataluña.
–Lo que ha ocurrido en el Donbás es que hay dos regiones que han hecho referéndums de autodeterminación en 2014, unilateralmente. Lo mismo que Puigdemont aquí, lo hicieron allí. Y fíjate lo que es jugar en la escena internacional, que ha propiciado esta intervención de Rusia, porque ha reconocido esos referéndums ilegales y se basa en eso para mandar sus tropas. Es el único país que los ha reconocido. Pero todo nace de jugar con fuego, de hacer una mascarada que dicen que es un referéndum y luego reconocerle una legalidad. Por eso en Europa la aventura secesionista que intentó Puigdemont no ha llegado a ningún sitio, porque en Europa, como países serios, no se ha reconocido esta mascarada como sí lo ha hecho Rusia para justificar nada menos que una intervención armada que desestabiliza a Europa y al mundo. Es una situación grave. No son casuales estos contactos de Puigdemont con un régimen como el ruso, que busca desestabilizar Europa.
–Aunque ahora parece que desde algunos sectores del independentismo reculan.
–Tienen una referencia allí porque para ellos, cuanto peor, mejor. También el propio Puigdemont criticó a la UE y dijo que era un club de países decadentes. Estamos en el lado bueno de la historia. Estas cosas lo demuestran. Pretender una España fuerte en una Europa fuerte es preservar un espacio de derechos y de libertades ante las tiranías o las tentaciones populistas, como Putin, Trump, como otros países, o como Puigdemont con sus conexiones con la ultraderecha europea.
–Hasta esta invasión, la noticia era la crisis interna del PP. ¿Cómo puede influir en el panorama político y electoral?
–Esta crisis ha demostrado cómo el PP llevaba a cabo unas estrategias de crecimiento ajenas a lo que es ganar en buena lid la voluntad del voto de los españoles. Igual que han intervenido de forma intolerable para preservar el liderazgo de Casado sobre otros líderes, lo han intentado con Ciudadanos. Y pone en evidencia cómo mentiras que se han dicho sobre supuestas maniobras para instar mociones de censura, cómo esos ataques eran invenciones y estrategias de vuelo corto para consolidar un espacio político que ahora está en peligro, por esa forma de hacer política tan poco decente.
–En cualquier caso, ha provocado avances electorales en Madrid y en Castilla y León, con un retroceso importante de Ciudadanos. ¿Han tocado fondo o esperan que sea un punto de inflexión?
–Ciudadanos lo que empezó a hacer desde 2019 ha sido redimensionar su influencia política en un contexto que ha cambiado mucho. El hueco que tiene ahora Ciudadanos en una época de polarización se ha vuelto más estrecho, pero las dinámicas políticas volverán a hacer más ancho el espacio liberal y de centro. Estamos pasando un reajuste. Cuando se asiente, todos los españoles que buscan una fuerza capaz de balancear entre los dos principales partidos, socialdemócrata y conservador, y hacer políticas que no dependan de los extremos, va a cobrar fuerza. Y creo que a partir de ahora y con el éxito relativo en Castilla y León, pero éxito, porque se buscaba nuestra desaparición y no se consiguió, y además con mentiras, estoy convencido de que se conseguirá unos mejores resultados de lo que se viene anunciando en Andalucía. Y a partir de ahí, afrontaremos elecciones como representantes de una España que quiere huir del guerracivilismo.
–Y en Cataluña, ¿cuáles son las perspectivas?
–Próximamente tendremos una convención municipal para preparar elecciones municipales. Somos la segunda fuerza constitucionalista en los ayuntamientos catalanes, queremos recortar diferencias con el PSC y ser la referencia y la casa común del constitucionalismo en Cataluña. Para eso, estamos haciendo un esfuerzo que antes no se había podido hacer, más política territorial. Los valientes concejales de Ciudadanos sí han estado manteniendo la bandera en muchos municipios donde otros partidos no tenían representación. Estoy convencido de que en las próximas elecciones volveremos a demostrar que es referencia del constitucionalismo en Cataluña.
–Hace unos meses se presentó un manifiesto qué abogaba por la unión de los partidos constitucionalistas. Pero cada partido se arroga ser la casa común del constitucionalismo. ¿Cómo se resuelve esta situación?
–En las últimas elecciones autonómicas de 2021 hicimos una propuesta a los constitucionalistas, a PP y PSC, para llegar a acuerdos electorales para el Parlament. Eso podría haber significado un revulsivo en una campaña con abstención récord. Haber demostrado unidad del constitucionalismo en esos momentos hubiera favorecido una mayor movilización. Habrá mano tendida siempre a los dos grandes partidos nacionales para llegar a acuerdos. En estas próximas elecciones, creo que dada la diferencia grande que hay de representatividad entre el PP y nosotros, es mucho más sensato que nuestros equipos que ya trabajan en ayuntamientos en los que no está el PP, puedan revalidar su trabajo en las urnas. Unas elecciones municipales son distintas de unas autonómicas. Y en esta ocasión, teniendo en cuenta cómo está el PP, incluso ahora que también a nivel nacional no atraviesa el mejor de sus momentos, parece más razonable que nosotros, teniendo un proyecto distinto al Partido Socialista, que busca un pacto tripartito, es donde tenemos un espacio que fomentará que venga el voto a Ciudadanos.
–¿Van a trasladar esta posibilidad al PP?
–Nuestra preferencia es presentarnos en solitario porque somos la segunda fuerza constitucionalista ya en los ayuntamientos, porque el PSC tiene proyecto distinto y el PP no está travesando sus mejores momentos. Y creemos que una coalición podría restar más que sumar, pero en aquellos ayuntamientos en los que pensemos que el voto constitucionalista se pudiera perder porque no alcanzara el umbral si nos presentamos por separado, podríamos estudiar puntualmente algún tipo de colaboración.
–¿Y en unas autonómicas?
–Las autonómicas están muy lejos. Pero la pretensión de Ciudadanos es presentarnos con nuestra propia marca. Si en toda España tenemos nuestro espacio político, en Cataluña es especialmente importante y fuerte el papel de Ciudadanos en la política catalana. Es cierto que no supimos movilizar el apoyo en las últimas elecciones, pero ante la evidencia de que el Govern sigue tonteando con la idea de la independencia; que Aragonès no acude a conferencias de presidentes; que hay proyectos como los JJOO en los que no quiere concurrir en igualdad de condiciones con Aragón para algo que relanza España, Cataluña y Aragón, esos desengaños movilizarán el voto para intentar un cambio en Cataluña tan necesario.
–¿Y qué papel juega Valents? Hace unos días ha enviado una carta a los líderes de PSC, Vox, Ciudadanos y PP para tantear la posibilidad de esta unidad constitucionalista.
–Y ya hemos contestado a esa carta. Le proponemos a Eva Parera que mantenga los contactos oportunos con nuestra portavoz en el Ayuntamiento de Barcelona pese a la distancia política que nos separa. La causa de la ruptura con el grupo que iba en coalición con Ciudadanos, Barcelona pel Canvi, fue que apoyaron a Colau en la investidura y recientemente han apoyado también los presupuestos de Colau. Pero ya que desde esa formación afirman que tienen interés, que su ideología es constitucionalista, en ese ámbito estamos dispuestos a hablar y a colaborar, como no puede ser de otra forma. Estamos dispuestos a ello, por nuestro compromiso con el constitucionalismo. Nunca rehusaremos contactos, pero de momento, el ámbito será el municipal.
–Por cierto, muchos exmiembros de Ciutadans se han pasado ahora a Valents.
–Es un error por parte de ese nuevo partido. No puedes crear un partido nuevo basándolo en el transfuguismo. Cuando nacimos, hicimos un esfuerzo por regenerar la política y jamás hemos participado de los cambalaches y las ventajas del transfuguismo. Este partido lo ha hecho y lo lamentamos. Las prácticas de transfuguismo, al final, son prácticas de corrupción.
–Hablemos de educación en Cataluña, donde hay varios frentes abiertos, empezando por la Universidad, como los habituales ataques a los jóvenes de S’ha Acabat. El último, en la Universidad Pompeu Fabra. Hasta la consejera de Universidades, Gemma Geis, envió un email a los rectores pidiendo que limitaran la presencia de esta entidad en los campus. ¿Qué está pasando?
–La consellera es una absoluta radical que ha perdido de vista los principios democráticos más básicos en las universidades. Se permitió el lujo de llamar fascista a la Asamblea por una Escuela Bilingüe. Alguien así no debería estar dirigiendo las universidades. Pero es que los siete rectores de las universidades públicas responden a la llamada gubernamental y se pronuncian siempre que pueden a favor de los postulados independentistas. Eso es una vergüenza y crea un clima ideológico que propicia que jóvenes camisas pardas ataquen a aquellos que exteriorizan valores constitucionalistas. Hay una facción del separatismo, la más radical, que quiere silenciar a la sociedad que no se siente independentista. Y no vamos a tolerar que se agreda o amenace a estudiantes por su ideología, sea la que sea. Y estas actuaciones de la consellera y de los rectores, de blandura con los que agreden a sus compañeros son intolerables. Hemos pedido la comparecencia del rector de la UPF en el Parlament y también hemos dirigido preguntas para conocer qué medidas se van a tomar cuando los estudiantes son agredidos.
–También está abierto el frente de la lengua en las escuelas catalanas. Falta menos de un mes para aplicar la sentencia 25 % de castellano y el gobierno de la Generalitat no tiene intención de hacerlo, busca subterfugios.
–Nos preocupa esta desobediencia del independentismo, con la que ya contamos, y ya hemos anunciado que interpondremos acciones penales. Si el conseller incumple su obligación de implantar un 25 % mínimo de castellano, Ciudadanos lo llevará ante la fiscalía. Pero también nos preocupa la tibia posición del PSC, que por no incomodar a sus socios de gobierno en Madrid, está admitiendo que en un aparte de España las sentencias no se cumplan. Es intolerable en un estado de derecho. Hemos denunciado esta situación ante las autoridades europeas. Europa no se mete con qué porcentaje de idioma dan nuestras escuelas, pero sí que en territorio de la Unión Europea, haya un estado en el que no se cumplan las sentencias, porque eso sí infringe el estado de derecho, la democracia y la división de poderes. La UE ya ha pedido información al respecto. Es de suma gravedad.
–Y el PSC participa además en el llamado Pacte Nacional per la Llengua.
–Este llamado Pacte Nacional no es por la lengua, es para la exclusión del castellano en Cataluña. Y el PSC tiene un doble lenguaje: uno para los mítines y campañas electorales y otro para procurarse las alianzas de poder con ERC y los comunes. Mientras que el Partido Socialista dice una cosa en la Fiesta de la Rosa o en sus mítines por el área metropolitana de Barcelona, pacta la exclusión del castellano con los que quieren erradicar lo español de Cataluña. Lo hace para ganar poder en Cataluña y para preservar el poder de Sánchez en el resto de España. Esto es una vergüenza y una traición a su electorado. Así no van a conseguir más que la claudicación y la desesperación del constitucionalismo en Cataluña. Es una pena que el Partido Socialista esté aguando todo lo que se está consiguiendo por parte de los tribunales, parece que lo quiera revertir por la vía de la claudicación con el independentismo.
–Y frente abierto del consejero de Educación con docentes y familias por el adelanto del curso escolar.
–La decisión de adelantar o no el curso escolar puede tener su explicación, pero hay dos cuestiones graves: primero, se hace sin hablar con nadie y lo segundo, especialmente grave, es el desprecio que nuevamente existe por la escuela concertada. Mientras que en la pública las actividades extraescolares para cubrir el horario las suple el Estado, para la concertada no se ha previsto suplir estos gastos adicionales y ayudar a los padres. Este dogmatismo que existe en Cataluña para conseguir una escuela pública para adoctrinar a los niños en los valores del espíritu nacional catalán, deja a las familias sin un derecho constitucional, que es el de elegir libremente la enseñanza que quieren para sus hijos, porque con una decisión que parece que no tiene nada que ver con la libertad de enseñanza, asfixian a los padres de la concertada.
–La presidenta del Parlament es otra de las personas abonada a estar en el ojo del huracán. Los últimos ejemplos, el caso Juvillà o participar en el corte de la Meridiana cuando estaba prohibido por Interior. Genera cierto rechazo hasta en sectores independentistas
–Pocos presidentes del Parlament han provocado tanto rechazo como Borràs en solo un año de ejercicio en el cargo. No hay precedentes. Es una activista en contra del constitucionalismo y lo exterioriza en debates y en decisiones institucionales. Por ejemplo, estos días nos ha impedido pedir un dictamen al Consejo de Garantías Estatutarias (CGE) sobre una ley que contenía aspectos inconstitucionales, alegando que el Grupo Mixto no era propiamente un grupo. Se han sacado de la manga una interpretación, coaccionando a los letrados para vetar el acceso al CGE a dos grupos parlamentarios. Cuando se produjo el golpe a la democracia de 2017 también se nos privó del derecho a acudir a este Consejo porque sabían que, con las leyes de desconexión, iba a decir que eran inconstitucionales y antiestatutarias. Pues Borràs ya está haciendo este tipo de acciones ilegales. Ya tenemos varios recursos de amparo ganados ante el TC contra el separatismo por sus decisiones que vulneran derechos de los diputados
Infringe el principio de neutralidad que debiera tener la presidenta de la cámara. Dirige los debates de forma tendenciosa, quita la palabra a la oposición, mintió en el asunto Juvillà. Se fue a la Meridiana en contra de la última decisión del Govern para que ocuparan otro lugar y que no molestaran a vecinos, comerciantes y automovilistas. Pero ella fue allí a contradecir esta decisión y ha concitado el rechazo del constitucionalismo y de buena parte del independentismo, por su competencia perpetua con el presidente de la Generalitat, ese perpetuo afán protagonista para erigirse en una especie de presidenta de la Generalitat en vez de ser la del Parlament de todos. También está envuelta en un caso de corrupción. Todo esto a nosotros nos ha llevado a solicitar su reprobación en el Parlament.
–Y luego está Jordi Pujol. ¿Se le ha rehabilitado al invitarlo a participar en un acto con otros expresidentes de la Generalitat?
–A Pujol se le suele criticar que haya estado involucrado en gravísimos casos de corrupción con su familia y se trata de salvar siempre su labor de gobierno. Pero es tan grave lo uno, como lo otro. Puso las bases de ese nacionalismo exacerbado de «hoy paciencia y mañana independencia» que nos ha llevado hasta aquí. Nos parece intolerable que se pretenda rehabilitar una figura que no sólo ha sido indecente y no se ha ceñido a las reglas de la ética y sin corrupción, sino que entre su legado político está el haber contribuido a la división y al empobrecimiento político de Cataluña que actualmente vivimos.
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