Qué tiene este restaurante de Tarancón en la A-3 en el que todos paran

Bien merece la pena hacer un alto en el camino o recorrer los 85 kilómetros que separan Madrid de Tarancón, un pueblo conquense que puede presumir de haber entrado en el olimpo de la alta cocina. En la salida 79 de la A-3 se encuentra el restaurante Essentia que ha pasado de ser un lugar de paso para convertirse en un destino gastronómico. El pasado febrero el chef Toño Navarro y su equipo de cocina recibían su primer Sol Repsol.

La carta, siempre vinculada a los productos de temporada, incluye lo mejor del momento. Mención principal merece su carne de vaca finlandesa, premiada en 2019 como la mejor del mundo. Lomos enteros de vacas finlandesas Ayrshire que se crían en libertad y cuya carne se madura en las cámaras frigoríficas del propio restaurante bajo un estricto control, de humedad y temperatura, durante un periodo aproximado de 45 días. Se preparan a la parrilla y se presentan con guarnición de pimientos de Lodosa. De sus cocinas salen al año unos 1.200 chuletones.

Los torreznos, jugosos y crujientes, son otro de los motivos por los que merece la pena sentarse a la mesa. Orean las pancetas antes de asarlas en el horno, las fríen al momento, y esperan a que la piel se abuñuele y las cortan en lascas delgadas. Sobresalientes son sus croquetas de leche de ovejas manchegas y jamón ibérico. También destacan sus verduras, pues cuentan con un huerto propio situado a escasos 100 metros de distancia, que les surte de calabacines, judías, tomates o coliflores.

Respetar el producto y transformarlo lo menos posible para mantener su sabor, pureza y calidad es la máxima que persigue Toño y lo consigue con creces. En línea con esta filosofía y con su cocina de temporada, entre los platos que actualmente el comensal puede encontrar en carta destacan el tartar de bonito con sriracha, el tartar de tomate, burrata y bresaola de vaca o el salpicón de bogavante. Una apuesta por la materia prima que ha obtenido un gran respaldo desde que abrió sus puertas en 2016 y que ha conquistado a la crítica gastronómica.

Como curiosidad, en sus instalaciones, Essentia alberga un secadero de jamón con una tecnología experimental, en el que más de 1.000 piezas de las D.O. Jabugo y Guijuelo se benefician de un sistema pionero de frío estático que renueva y controla el flujo de aire, la temperatura y la humedad, con el objetivo de conseguir la curación perfecta; y una cámara de maduración donde adquieren sabor sus carnes.

Importante bodega

Una oferta gastronómica que se completa con una bodega formada por más de 300 referencias nacionales e internacionales. En su imponente cava subterránea reposan vinos de guarda y verticales de casas señeras como Pingus o Vega Sicilia, junto a etiquetas curiosas y producciones limitadas.

Los que no deseen conducir tras el festín tienen la opción de quedarse en su hotel Ansares, que dispone de 70 espaciosas habitaciones, un snack bar, y distintos espacios para eventos, entre ellos una terraza de 600 m2 y un auditorio para 240 personas.

Proyectado en torno a un típico patio castellano, está decorado en cálidos tonos tierra, con materiales muy exclusivos –como madera natural reciclada, piedra caliza de la zona de Roda, acero Corten o porcelánico Coverlam–, pinturas originales –destacan las obras del artista local Didac Checa, con escenas de la vida local y la familia Loriente– y antigüedades –muebles, esculturas y hasta el marco de un templo hindú– traídas de Asia, cultura con la que comparte esa concepción del lujo como algo inmaterial. Las instalaciones se completan con un centro de estética, piscina climatizada de techo abatible, gimnasio y zona wellness con baño turco, sauna y jacuzzi.