El 'preppy style' está de vuelta

¿Pero qué es exactamente el estilo preppy? La generación Z busca con fruición las prendas que llevaron los estudiantes «bien» de las universidades de la Ivy League norteamericana. Mientras, las grandes marcas se esfuerzan en proporcionar a los jóvenes algunas prendas del guardarropa de sus padres.

La palabra preppy viene de los cursos preparatorios para entrar en las grandes universidades estadounidenses, los preparatory courses. La mayoría de los jóvenes de clase alta crearon este estilo que se alejaba de la seriedad gris de sus uniformes del colegio y del atuendo de sus padres.

La generación Z, o aquellos que tienen menos de 30 años, emulan los referentes del pijerío de los años 80 y 90, algo impensable hasta hace unos meses. No es casualidad que tras tanto confinamiento y tanta vida «en chándal y pijama» les apetezca, salir, ser vistos y utilizar algo de color.

También hay un cierto retorno a la logomanía, tanto tiempo denostada, que recuperan las grandes marcas, desde Dior, a Gucci, Vuitton o Balenciaga. Ralph Lauren, Tommy Hilfiger Barbour, Gant, Sebago y Brooks Brothers están de buena nueva.

Las chaquetas enceradas tipo Barbour las copian todas las marcas, los mocasines pijeras plagan los desfiles y colecciones, mientras que se vuelve a las corbatas con colores y rayas de universidad. Burberry, Louis Vuitton, Etro, Courrèges, Armani, Paul Smith, Acne studios, Dior para hombre, Prada o Gucci le dan una vuelta al tema universitario, convirtiendo lo pasado de moda en totalmente actual.

Y es que en los años 50, las clases más acomodadas comenzaron a practicar deportes en los Estados Unidos dando lugar a atuendos cómodos y al american sportswear. Chalecos sin mangas de punto, jerséis claros sobre los hombros e imposibles combinaciones de colores vivos vuelven a estar en alza.

Harry Styles, David Beckham o el actor y estudiante de Eton Eddie Redmayne, han adoptado esta estética que fundaron los Kennedy y se convirtió en comme il faut durante muchas décadas. Tras los estilismos cutres del confinamiento, ellos y ellas se apresuran a dar colorido y un toque chic a sus guardarropas. La cosa es ir cambiando, para que todo siga igual.