Así era la moda en la Edad Media
Moda
La moda en la Edad Media
Curiosidades de una época oscura dominada por una moda que fue sobresaliente y original
La oscura Edad Media duró desde la caída del Imperio Romano de Occidente (476) hasta la caída del Imperio Otomano en 1453 y la llegada del Renacimiento, impulsado por el descubrimiento de América. Esta época brilló por la curiosidad de ciertos atuendos y costumbres. Con la caída del Imperio Romano se desmembraron los pueblos bárbaros y quedó la Iglesia Católica como único referente unificador. En el Medievo, desapareció la moneda y volvió el trueque, se volvió a la vida rural y se perdió el acceso generalizado a la cultura. No demasiado diferente de estos últimos años que vivimos en España. Pero la moda de aquellos tiempos fue avanzada y curiosa.
1. Los zapatos puntiagudos
Entre los hombres del medievo se puso de moda llevar zapatos increíblemente puntiagudos. Más bien se trataba de unos botines de cuero que fueron alzándose hasta llegar a ser el precursor de la bota. La punta de la bota, todo un signo de aristocracia y poder, llegaba a medir 45 centímetros y se rellenaba con hierba seca para que permaneciese recta: toda una plantación. Con un origen que se remontaba a Carlomagno en el siglo VIII d.C, las llamadas polainas en la época no podían llevarse para tareas agrícolas ni menesteres de ajetreo, por lo que llevar estas polainas era todo un símbolo de pertenecer a la aristocracia.
Imagen de un escarpe medieval
2. Se utilizaban los abanicos con frecuencia
Más que debido al calor, se tenían a mano tanto para espantar los malos olores que exhalaban las personas –muy faltas de higiene– como para despejar los olores de las calles, donde se acumulaban las aguas mayores y menores que tiraban los vecinos desde sus casas.
3. La toilette antes de las bodas
La limpieza personal tenía lugar antes de la boda, en el caso de los novios o familiares, o simplemente el día del cumpleaños de cada persona. Para las bodas, la familia tomaba el baño en una misma tina y por orden de nacimiento. Como las bodas tenían a menudo lugar en mayo o junio, por cuestiones climáticas, era entonces el momento familiar de la ablución anual. Se dice que la tradición del ramo de las novias nace de una necesidad de aligerar el olor de la dichosa esposada.
4. Los originales tocados femeninos
Durante el período merovingio no se tiene rastro de ellos, pero si en el carolingio. En ese momento se reflejan en los cuadros y los vestigios hayados, tocados de hilos de perlas, de hilos trenzados y de pedrería. El velo se añadía ya fuese como turbante (el ricinum), como manto hasta los pies (el mafors) o simplemente sobre el tocado cónico, cual bandera en mástil sin viento.
5. Joyería medieval: perlas y ámbar
El estilo decorativo merovingio aportado por los germanos marcó estilo en toda Europa. Los collares eran a menudo de ámbar, ya fuese verdadero o falso, de cerámica esmaltada, de perlas o de pasta coloreada, tendencias actuales que se han retomado en pleno siglo XXI. Una influencia directa en la joyería actual. Pero eso, lo repasaremos otro día.
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